Presentado en 2017 como un desarrollo exclusivo de Brasil, el WR-V es un derivado tipo crossover de la actual generación del Fit –cuya nueva generación está arribando a varios mercados de Asia y Europa y contempla a una versión similar denominada Crosstar-, que a nuestro país llegó casi dos años después posicionándose como el producto de entrada de gama de Honda. Más allá de sus atributos compartidos con el monovolumen de la marca japonesa, la principal crítica fue la ausencia del control de estabilidad, un ítem que ya desde ese momento había comenzado a ofrecerse en productos de menor precio. Finalmente, la firma nipona decidió cubrir esa falencia y con la actualización presentada recientemente en el país vecino –donde se fabrica-, ahora sí cuenta con ESP, además de leves modificaciones en su diseño y una nueva versión de entrada de gama.
Estéticamente, las modificaciones se concentran en el sector frontal: los faros incorporaron proyectores, mientras que el aplique cromado que une las ópticas con la parrilla ahora es más fino y estilizado. Por debajo, el paragolpes se mantiene prácticamente igual, sólo las luces antiniebla agregaron un nuevo marco en plástico negro. De perfil se mantienen las protecciones plásticas en los pasarruedas, zócalos y parte inferior de la carrocería, estrenando diseño para las llantas de aleación. Como detalle, las barras de techo ahora lucen una terminación en color aluminio e incorporó techo solar eléctrico, una de las novedades de equipamiento. Por último, en la parte trasera, los faros se rediseñaron internamente, con una firma luminosa de Led en forma de C.
En el interior la principal novedad es una actualización del sistema multimedia, ahora compatible con Android Auto y Apple CarPlay. También hay que destacar la incorporación de una versión de entrada de gama, LX, equipada con aire acondicionado, equipo de audio con Bluetooth, levantavidrios eléctricos, cámara de retroceso y llantas de aleación de 16”. La EX agrega climatizador automático, airbags laterales, el sistema multimedia antes mencionado, volante multifunción revestido en cuero, control de velocidad crucero y levas de cambio, mientras que la EXL suma airbags de cortina, sensores de estacionamiento, tapizado de cuero, espejos eléctricos rebatibles y espejo retrovisor electrocrómico, entre otros ítems.
Claro que lo más importante pasa por la tan esperada incorporación del control de estabilidad (ESP), un faltante crítico de la serie anterior. Junto a este dispositivo de seguridad activa disponible de serie en toda la gama, también suma control de tracción, completando ahora sí una correcta dotación en este aspecto.
A nivel mecánico, no hay cambios: se mantiene el conocido motor naftero 1.5 i-VTEC que desarrolla 116 CV y se asocia únicamente a una caja automática CVT.
Luego de su llegada a los concesionarios del país vecino, es esperable que en los próximos meses también arribe a Argentina, aunque hasta el momento la filial local de la marca japonesa no hizo declaraciones al respecto.
habra que esperar la queb tenga ESP y que ademas la funcion apple car play y android auto , funcionen bien
Tengo una y anda muy bien
No es SUV, no reúne ni una sola característica de SUV, es un autito carrozado hasta atrás y nada mas.
Que bueno lo realizado por Honda para esta Suv con esos aditivos que le agrego y el aspecto desarrollado lo hacen un vehículo mas interesante. Gracias por la información Saludos.
Tiene una imagen muy fuerte, quizás algo cargada. Las ópticas traseras me parecen feas