En un momento en el que clásicos como el Ford Falcon, el Renault 12 o el Peugeot 504 seguían teniendo un gran nivel de ventas pero ya evidenciaban su origen de décadas atrás, la llegada del Sierra revolucionó la industria automotriz local y el parque automotor de aquel momento, con su moderno diseño, equipamiento y características inéditas para la época. Producido en la planta de General Pacheco desde 1984, desde Ford Argentina celebraron el 40 aniversario de este ícono de la marca.
Junto al Ford Sierra Fans Club y otros propietarios de la berlina, la marca del óvalo realizó en el complejo industrial un encuentro para repasar su historia y la importancia que tuvo para la compañía a nivel local, tanto en el mercado como a nivel deportivo y con su completa gama de versiones de 5 puertas, rural y la coupé XR4.
El 30 de mayo de 1984 fue producida la primera unidad y trajo consigo la implementación de la robotización en la planta de Pacheco. Además, permitió ofrecer a los argentinos un vehículo disruptivo para su época por su diseño y tecnología de vanguardia. Inicialmente, fue lanzado en carrocería de 5 puertas, con motorizaciones nafteras 1.6 y 2.3. Pocos meses después, el 5 de septiembre, se sumó a la gama la esperada versión Coupé XR4, una variante que elevaba la deportividad a un nuevo nivel y que se convertiría en un modelo de culto en Argentina. Asimismo, la espaciosa rural, completó la familia de 3 carrocerías.
Tal como señalamos anteriormente, mientras en las calles aún circulaban modelos de otras épocas, el Sierra llegó con la fuerza de un cambio radical. Con su diseño aerodinámico, nacido en el túnel de viento e inspirado en las últimas tendencias europeas -donde se había presentado apenas dos años antes-, en 1982, rompía con los esquemas tradicionales y anticipaba el futuro del diseño automotriz con un estilo enfocado en la aerodinámica, prueba de ello es que, en aquel entonces, el slogan que la marca utilizó fue “Maneje el viento”.
Otra de sus innovaciones fue la configuración mecánica, con motor longitudinal, tracción trasera y suspensión independiente en las cuatro ruedas, lo que le otorgaba una dinámica de conducción confortable y deportiva al mismo tiempo, características poco comunes en el mercado argentino de aquel entonces y que lo convertían en un vehículo sumamente placentero de manejar, aún medido con los parámetros actuales.
La lista de novedades no termina ahí. El Sierra fue el primer vehículo de la marca con suspensión independiente en las 4 ruedas en nuestro país, también el primero con diseño tipo hatchback con quinta puerta fabricado en Argentina. Entre sus ítems de confort se destacaban el techo corredizo -siendo el primer auto argentino donde el mismo era de vidrio transparente con una cortinilla parasol- y el completo panel de chequeo digital, que incluía indicadores de puertas abiertas en forma individual, indicador de fallas de luces, luz de reserva de combustible, testigos de bajo nivel de líquido de frenos, refrigerante, aceite y líquido de lavaparabrisas. Además, contaba con levantavidrios eléctricos en las 4 puertas, luces de cortesía direccionales y hasta lavafaros en la versión Ghia.
La producción de la berlina se mantuvo hasta 1993, con un total de 73.024 unidades vendidas, una gran cifra que lo convirtió en un símbolo de la época y de la marca en el país.