
Fue la planta que le permitió poner un pie a Nissan en América del sur, ya no con productos importados, sino con vehículos regionales, contar con mayor volumen y multiplicar sus ventas. Desde su puesta en servicio al día de hoy ya pasaron 10 años y más de 600.000 unidades producidas, superando también las 15 millones de autopartes, por lo que sin dudas es un gran motivo de celebración, más aún luego del anuncio de un nuevo plan de inversiones que asegura su futuro y el de la compañía para los próximos años.
Inaugurada el 15 de abril de 2014, para su puesta en funcionamiento la firma nipona realizó una inversión de más de R$ 2.600 millones. Inicialmente, fueron fabricados allí el March y su motor 1.6 a los que luego se sumó el Versa y el motor de 3 cilindros y 1.0 litros para el mercado brasileño para finalmente incorporar la producción del Kicks, que representó un punto de quiebre en su historia, aumentando notablemente su capacidad en base a la altísima demanda del B-SUV en la región, de hecho el vehículo y el motor número 400.000 correspondió a un Kicks de color blanco y techo negro, producido a fines de 2019.
Actualmente la factoría cuenta con dos turnos de trabajo y recientemente incorporó 578 nuevos operarios para seguir ampliando su capacidad productiva como parte de una inversión de U$S 250 millones que había sido anunciada por la compañía en 2022 y que se suma al monto ya invertido anteriormente para el desarrollo de procesos, capacitación y mejoras en ingeniería, automatización, infraestructura y fabricación de nuevos componentes.
A fines del año pasado, fue anunciada una nueva inversión para el complejo industrial, en este caso de U$S 540 millones como parte del plan The Arc, destinada a la producción de dos nuevos SUV’s –la nueva generación del Kicks y un crossover derivado del Renault Kardian-, más el flamante motor 1.0 turbo para el B-SUV.
En la planta se realiza el proceso productivo completo del B-SUV, ya que cuenta con un sector de estampado, pintura, inyección de plásticos, montaje e inspección de calidad junto con la ya mencionada producción de motores. La fábrica también es reconocida por su cuidado del medioambiente –con la utilización de energía de fuentes renovables-, la calidad de producción y su vínculo con la sociedad, realizando diversas campañas impulsando la equidad y la inclusión. Todas estas acciones fueron valoradas por sus empleados, que durante los últimos dos años la llevaron a ser certificada como Great Place to Work.
Al respecto, Gonzalo Ibarzábal, presidente de Nissan Brasil, afirmó: «Nuestro Complejo Industrial de Resende es muy joven, pero, aun así, nos enorgullece porque ya es reconocido globalmente en Nissan por su excelencia y calidad de producción, siempre buscando fabricar vehículos que transformen positivamente la experiencia de nuestros clientes. Esto, claramente, en un ambiente que promueve el bienestar de los empleados y valora la diversidad y la inclusión. En síntesis, como nuestros equipos dicen, en Resende no se producen vehículos, se producen sueños».