Sin dudas se trata de uno de los productos más queridos de la firma del rombo a nivel global y sobre todo en nuestra región. Por su versatilidad, su nobleza, simplicidad y economía, el Renault 4 se ganó un lugar en el corazón de millones de entusiastas de la marca y usuarios para los que significó su primer auto, su herramienta de trabajo o el vehículo con el que aprendieron a manejar. Por supuesto, también representó un hito para la compañía, ya que fue el segundo modelo en ser fabricado en Argentina, inicialmente de la mano de IKA.
Precisamente, para celebrar el 60º aniversario de su fabricación en nuestro país, Renault Argentina organizó un encuentro entre directivos de la marca y clubes de coleccionistas en la planta de Santa Isabel, aquel complejo industrial que lo vio nacer y que a lo largo de 25 años, fabricó nada menos que 157.315 unidades del mítico “4 Latas” en sus distintas versiones y configuraciones.
El Renault 4 llegó a nuestro mercado de la mano de Industrias Kaiser Argentina S.A. y comenzó a fabricarse el 26 de septiembre de 1963, siendo el segundo producto de la marca del rombo en ser fabricado en la planta cordobesa de Santa Isabel. A diferencia del modelo europeo, el modelo nacional equipaba el motor Ventoux (versión deportiva del Billancourt) de 845 cm³ que montaban los Dauphine nacionales, asociado a una caja de cambios de tres relaciones. En 1964 se sumó la versión denominada Furgoneta, que estaba disponible como furgón de carga, sin vidrios laterales en la caja o como break, con asientos traseros, butacas delanteras reclinables para permitir el acceso y ventanillas en los laterales de la caja. En 1965 toda la gama incorporó la caja de cambios manual de cuatro velocidades y un sistema eléctrico de 12 Volts.
Su aceptación en el mercado fue inmediata y en julio de 1966, Renault alcanzó las 100.000 unidades producidas, hito que recayó justamente en 4L. Para finales de 1970, y sobre la base del 4S, la marca lanzó una edición especial denominada “El Correcaminos”, que se destacaba por sus faros auxiliares circulares delante de la parrilla, franjas decorativas laterales y llantas sin tazas. Se fabricó hasta 1974.
A fines de 1978 la marca decidió modernizar el diseño del 4S –el 4L había sido discontinuadoen 1971-, dotándolo de una nueva parrilla, confeccionada en plástico de color gris opaco, a tono con las gruesas molduras laterales y con la pintura de ambos paragolpes. Asimismo, se estrenaron nuevos faros de posición y giro delanteros con formato rectangular, junto a un espejo exterior de color negro sobre el lado del conductor. En el habitáculo se destacaban los nuevos tapizados, cinturones de seguridad y gavetas internas para el almacenamiento de objetos. En 1981 se agregaron unas defensas metálicas laterales que se integraban al paragolpes delantero y que servían para proteger ambas esquinas en caso de golpes a baja velocidad.
Finalmente, hacia mediados de 1987, la marca decidió discontinuar la gama R4, por lo que, tras haber fabricado 157.315 unidades entre todas sus versiones, durante 25 años ininterrumpidos en la línea de producción, la última unidad salió de Santa Isabel el 29 de diciembre de 1987, pasando a convertirse en una leyenda y que hasta el día de hoy sigue rodando por las calles.
Al respecto, Pablo Sibilla, Presidente y Director General de Renault Argentina, afirmó: “En Renault Argentina nos sentimos sumamente orgullosos de contar con una historia tan rica y significativa para muchos. Poder rendir hoy homenaje al Renault 4, un vehículo que marcó a varias familias argentinas y que también representa un modelo sumamente arraigado en el ADN de nuestra marca, nos llena de orgullo”.