Fue uno de los creadores de una moda que se mantiene hasta el día de hoy y que dio origen a la gama de productos más amplia que tuvo –y tiene- la marca actualmente: el MINI, desarrollado bajo la dirección de BMW Group, cumple 20 años y se convirtió en un símbolo del segmento Premium.
Su debut ante el público tuvo lugar a finales de septiembre de 2000, durante el Salón del Automóvil de Paris, pero a decir verdad, la idea de reinterpretar al modelo clásico e ícono de los 60 nació en 1994. Ya en ese momento los diseñadores se habían planteado recrear al MINI original en un formato moderno, pero respetando sus principales características y proporciones, como los voladizos cortos, los faros redondos y la parrilla hexagonal, ofreciendo espacio suficiente para cuatro pasajeros y su equipaje, todo esto con un andar divertido y dinámico. Se mantuvo el motor en disposición delantera transversal, la suspensión delantera McPherson y se mejoró la suspensión trasera de tipo independiente, teniendo en cuenta además las aspiraciones contemporáneas de comodidad y seguridad.
El primer concepto se dio a conocer a un pequeño grupo de periodistas en 1997, bajo la denominación MINI 2000. La respuesta fue inmediata, el relanzamiento de la firma británica fue un tema de debate y el entusiasmo fue tal que rápidamente ya se habían registrado más de 100.000 interesados en adquirirlo.
Más allá de su presentación en el Salón de Paris, los entusiastas debieron esperar un tiempo más para poder manejarlo: el nuevo MINI fue lanzado comercialmente el 7 de julio de 2001, casi en simultáneo con la despedida del original. El color de lanzamiento fue el Liquid Yellow, apodado “Sunny”, uno de los tonos bastante peculiares del modelo ya que sólo uno de cada quince era elegido con esta configuración en Alemania, otro de los países donde más éxito tuvo.
Una de las claves de esta nueva generación fue la posibilidad de personalizar la unidad a gusto, con una amplia gama de opciones tanto en el interior –con diferentes tonos de tapizados, molduras, volantes y hasta los relojes del tablero-, equipamiento –con ítems como climatizador automático, butacas calefaccionadas, techo corredizo panorámico o navegador-, como en exterior, con combinaciones bitono para la pintura, las características franjas sobre el capot, la bandera británica en el techo, faros auxiliares, luces traseras blancas o un paquete aerodinámico.
Dentro de la ampliación de la gama, se destaca la incorporación de un motor diésel en 2003, la versión Cabriolet al año siguiente y para 2006 el Clubman –rural, el Coupé y el Roadster, a los que tiempo después se sumaron el SUV Countryman y el Paceman. Ya en la siguiente generación, la familia creció aún más con la inédita variante de 5 puertas, todos con la misma filosofía de conducción go-kart feeling.
Este éxito logrado a nivel mundial también se replicó en nuestro país desde el lanzamiento del nuevo MINI en 2004. Hasta el día de hoy se comercializaron miles de unidades con un portfolio muy amplio, similar al de Europa, compuesto actualmente por el Cooper S de 3 y 5 puertas, Cabrio, Clubman, Countryman, John Cooper Works y la última novedad incorporada en mayo, el exclusivo John Cooper Works GP.