Volkswagen decidió encarar decididamente su estrategia de electrificación en la región, comenzando por los vehículos híbridos Flex sobre los que ya está trabajando en Brasil con el objetivo de introducir estas versiones en su gama a corto plazo dado que algunos rivales como Stellantis y Renault también están en una etapa similar y Toyota lleva la delantera desde hace varios años con las versiones híbridas del Corolla y Corolla Cross. Pero eso no será todo, la marca alemana se prepara para una apuesta aún más fuerte que podría representar la producción de su primer vehículo 100% eléctrico regional.
Así lo anticipan medios de prensa brasileños, que señalan el próximo ciclo de inversión de 5.500 millones de reales previsto para el período 2025-2028, destinado a la modernización de sus plantas productivas y al lanzamiento de nuevos modelos. Gran parte de ese plan ya se está encaminando y hay proyectos en camino, aunque aún falta terminar de cerrar las negociaciones con los sindicatos, que fueron justamente quienes terminaron filtrando la información.
Por ahora, se sabe que en Taubaté, Volkswagen fabricará un nuevo crossover, que será más accesible que el Nivus y reemplazará al Gol, conocido internamente como proyecto EA246. Por su parte, en Anchieta serán producidos dos vehículos con tecnología híbrida Flex, mientras que la postergada pick up compacta Tarok finalmente verá la luz desde la planta de Sao José dos Pinhais, estrenando el propulsor 1.5 TSI Evo, una evolución del actual 1.4 TSI adaptada para todo tipo de electrificación y que será producido en la planta de motores de Sao Carlos.
La posibilidad de fabricar un EV en nuestra región llegaría de la mano del ID.2all y sus derivados. Además de que el objetivo de la compañía es que el hatchback sea comercializado en la mayoría de los mercados donde tiene presencia, tendrá una variante SUV –por ahora apodada ID.2 X- con el porte y que podría reemplazar al T-Cross. Es justamente este producto el que tiene más chances de ser fabricado en el país vecino y coincide con otro dato interesante: el B-SUV no tiene un sucesor a la vista y se espera que, actualización mediante, sea comercializado hasta 2028, precisamente el año en que podría llegar su “reemplazo” 100% eléctrico.
En ese sentido, el sindicato metalúrgico del Gran Curitiba reveló que el complejo industrial de Paraná tiene posibilidades de recibir un modelo eléctrico. De todos los sindicatos, este fue el único que mencionó a los EV. Este rumor también se apoya en un informe de la revista Auto Esporte, que asegura que Volkswagen está estudiando la logística de las baterías, que se realizaría a través de la fábrica de Anchieta, desde donde las celdas almacenadas saldrían hacia Paraná. La antigua planta podría encargarse del ensamblaje de baterías, reduciendo así los costos de importación de componentes y aumentando la nacionalización. Para reducir aún más ese costo, la marca podría subcontratar técnicos de sistemas del sector eléctrico a Anchieta, mientras que la plataforma MEB-Entry con motor delantero y eje de torsión también bajaría los costos respecto a la versión más compleja de esta arquitectura.