A pesar de que la competencia es cada vez más pareja, que sus rivales se actualizan constantemente y que las camionetas eléctricas son furor, la Serie F sigue demostrando su supremacía y acaba de finalizar el 2023 como la línea de pick ups más vendida de América del Norte por 47º año consecutivo.
Con más de 700.000 unidades comercializadas solo el año pasado, la Serie F está compuesta por la F-150, F-250, F-350 y F-450 y no solo dominó en cada segmento donde compiten, sino también entre las híbridas y las eléctricas, donde la F-150 Lightning tiene una larga lista de espera.
Vale recordar que a finales del año pasado, la marca del óvalo presentó en Estados Unidos una importante actualización para la F-150 con novedades estéticas, más tecnología y soluciones que aportan practicidad en el día a día o para el trabajo.
A nivel de diseño, buscó diferenciar aún más a cada versión, por lo que cada una cuenta con diferentes terminaciones en la parrilla, las llantas y otros elementos. A rasgos generales, se rediseñaron los faros, ahora con una firma luminosa en forma de C que continúa en las luces antiniebla e incorporaron doble proyector de Led. Tal como señalamos anteriormente, cada versión posee una parrilla específica, con detalles en negro y menos cromados en la XLT, totalmente cromada en las Lariat y Platinum, una de estilo más deportivo en la Tremor y otra más llamativa con el nombre de la marca estampado a lo ancho en el caso de la Raptor.
De perfil las modificaciones son principalmente el diseño de las llantas de aleación, mientras que en la parte trasera cambia el diseño interno de los faros, también de Led. Mención aparte para una de sus particularidades: la tapa de la caja de carga se puede abrir de manera convencional (hacia abajo) o ahora también una pequeña parte (en forma de hoja) como en un utilitario, lo que permite acceder a la caja más fácilmente cuando se arrastra un tráiler o para cargar/descargar algo pequeño sin necesidad de abrir todo el portón. Allí agrega además una mejora en el sistema Pro Power OnBoard, un tomacorriente para conectar todo tipo de herramientas, con una potencia de 2.0 kW para las versiones nafteras, de 2,4 kW para las variantes híbridas o de hasta 7,2 kW como opcional, también para las versiones híbridas.
Puertas adentro, todas las versiones pasan a contar de serie con el sistema multimedia SYNC 4 con pantalla táctil de 12”. Además incorporó Head-Up Display y un sistema de monitoreo antirrobo. Mención aparte para los sistemas de asistencia a la conducción, sumando el asistente de enganche de trailer en más versiones y el sistema BlueCruise –de conducción autónoma en ruta-. Al igual que en el exterior, la marca aumentó la diferenciación entre los distintos niveles de equipamiento, con revestimientos y terminaciones específicas para cada uno.
Mecánicamente, fueron incorporados refuerzos en el chasis y la carrocería, lo que además permitió incrementar la capacidad de carga a 1.113 kilos y la de remolque a 6.523 kilos. La gama de motorizaciones mantiene al clásico Coyote V8 5.0 y los propulsores EcoBoost V6, así como la versión híbrida. Si bien desde Ford no revelaron cifras de potencia y torque, indicaron que se trabajó en la gestión electrónica para ofrecer un mayor rendimiento en toda la gama de revoluciones y aumentar la eficiencia.