Cada tres meses, la situación se repite y también el problema: la AFIP publicó la nueva base imponible a partir de la cual se aplican los denominados impuestos internos que tendrán vigencia desde el 1º de septiembre hasta el 30 de noviembre, según la Resolución General 4257. Como sucede habitualmente, debido a la constante inflación, aunque cambie el valor, la distorsión de precios se mantiene y sigue afectando a los mismos vehículos o provocando que muchos figuren “topeados”, al límite del impuesto.
En este caso, tributarán la primera escala (20%) aquellos vehículos con un precio mayorista (salido de fábrica, sin impuestos ni comisiones) superior a los $3.552.227, lo que se traduce en un precio de venta al público por encima de los $5.050.000. Vale recordar que hasta finales de este mes, el monto a partir del cual se aplica el impuesto es por encima de los $4.300.000 (precio al público). La suba de un 17,7% en la base imponible, surge del cálculo del aumento de los precios mayoristas durante el trimestre de abril, mayo y junio.
Tal como señalamos en otras ocasiones, el aumento en la base imponible no representará grandes cambios frente a lo que ya sucede. Con la inflación y el consecuente aumento de precios, hay muy pocos 0km por debajo de los $3.000.000 y, teniendo en cuenta que la primera escala hoy se aplica a partir de $4.300.000, hay varios productos del segmento B y C fijados a ese valor. Por ende, como ocurre desde la implementación de los mal llamados “impuestos al lujo”, muchos productos permanecerán “topeados” en las listas de precios oficiales para evitar este gravamen. Así, este tributo termina perjudicando no sólo a vehículos importados extrazona o del segmento Premium, sino también a modelos de producción nacional como la Volkswagen Taos o la Toyota SW4, mientras que otros como el Chevrolet Cruze o el Peugeot 208 quedan al borde de abonarlo. Quedan exceptuadas las pick ups, al ser consideradas vehículos de trabajo.
Otra consecuencia, que siempre se recomienda denunciar, es que los concesionarios cobran importantes sobreprecios –muy por encima del valor de lista- para asegurar al cliente la entrega de la unidad, más aún en la situación actual en que se encuentran, con falta de stock, especialmente de unidades importadas, incluso de Brasil que, a pesar de ser socio del Mercosur, los vehículos provenientes del país vecino ingresan casi a cuentagotas.
Por otra parte, en el caso de la segunda escala –con una alícuota del 35%-, la base imponible será de $6.557.959 (hoy está en $5.568.289) de precio mayorista, aplicándose a un precio de venta al público por encima de los $9.300.000. Sin rumores ni intenciones de modificar este impuesto, hacia fines de noviembre el ciclo se repetirá una vez más.
Impuesto al lujo.. el gran invento al choreo.. la gran mayoría supera ese límite.. ojalá hubiesen aplicado un impuesto igual contra malos comerciantes..