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Los impuestos internos siempre que hablar por la distorsión que generan, por crear listas de precios “ficticias” porque varios vehículos y sus versiones están topeadas al mismo valor y porque afectan a modelos que no son de lujo. Ahora también serán un tema de conversación y polémica por su insólita actualización: a partir del 1º de mayo, pasarán a tributarlo los autos cuyo precio de venta al público supere los $37.300.000, pero sólo tendrá vigencia durante un mes.
La explicación o el por qué de esta situación tiene que ver con que a partir de junio se aplicará una nueva actualización que sí tendrá una vigencia durante tres meses como hasta ahora. Ese desfasaje ocurrió porque en lugar de haberse actualizado en enero como hubiese correspondido, la actual base imponible fue informada y reglamentada en febrero.
Volviendo a la actualización de mayo, representa un ajuste del 32,3%, correspondiente al aumento de los precios mayoristas registrados durante el trimestre de enero, febrero y marzo. Hasta fines de abril, la primera escala –de un 20%- se aplica a vehículos cuyo precio supere los $28.000.000, por lo que el mes que viene, la nueva base imponible será de alrededor de $37.300.000.
Para la segunda escala, con un arancel del 35%, la nueva base imponible pasará de $36.602.000 a $48.425.253 de precio mayorista, lo que se traduce en un precio de venta al público por encima de los $83.000.000. Como siempre, quedan exceptuados los vehículos comerciales y pick ups.
¿Cómo afectará esto al mercado? De la misma forma que todos los meses o en el peor de los casos, como sucedió en enero, frenando las ventas a la expectativa de los cambios que se puedan implementar desde junio. Cuando las automotrices publiquen sus nuevas listas de precios, seguramente muchos de esos valores se “sinceren” un poco más: a modo de ejemplo, los precios de lista del facelift de la Renault Duster lanzada recientemente, son los mismos para las tres versiones ya que están topeados en $27.000.000 para evitar la primera escala. Al subir la base imponible, esos valores se acercarán más a los “reales” con los que el comprador se encuentra en los concesionarios. En contraste y para evitar una mayor caída en las ventas, es posible que las marcas sigan ofreciendo importantes bonificaciones en su gama.