La delicada situación económica que está atravesando el país en estos últimos meses volvió a hacerse eco en la industria automotriz. Además de la considerable baja en los patentamientos (ver nota), la producción volvió a caer tras dos meses de un esperanzador repunte: de acuerdo al informe publicado por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), en septiembre se produjeron 37.267 unidades –con un promedio de 20 días hábiles de actividad-, lo que representa un 24,5% menos que en agosto (49.335) y un 20,6% menos en comparación con el mismo mes del año pasado (46.961).
Aún así, afortunadamente el acumulado anual sigue siendo positivo: los 370.707 vehículos fabricados hasta el momento del relevamiento marcan un incremento del 5,6% frente a las 351.046 unidades producidas en el mismo período de 2017.
Un panorama muy parecido se dio en exportaciones: 23.336 vehículos fueron exportados en el noveno mes del año, un 16,9% menos en comparación con agosto, pero un 13,5% más frente a las 20.561 unidades enviadas en septiembre del año pasado.
En este caso, el acumulado es aún más alentador: entre enero y septiembre, el sector exportó 198.337 unidades, un 31,3% más respecto a las 151.087 unidades exportadas en el mismo período de 2017.
Donde la situación no repunta es en ventas mayoristas: con un total de 42.628 unidades comercializadas a la red en septiembre, la baja fue del 18,4% en comparación con las 52.224 unidades vendidas en agosto y un 44,1% por debajo del desempeño de septiembre del año pasado (76.192).
Con 563.096 vehículos comercializados durante estos nueve meses, el balance anual refleja una caja del 12,1% frente al acumulado de 2017.
Al respecto, Fernando Peláez Gamboa, presidente de ADEFA separó el desempeño comercial del industrial. En este sentido, marcó el fuerte impacto que registra el mercado doméstico como consecuencia de la corrección macroeconómica y marcó la importancia de lograr en el menor plazo posible la estabilidad de las principales variables macroeconómicas con el objetivo de volver a condiciones de mercado previsibles.
Por otro lado, indicó que a nivel industria, la aplicación de la baja de los reintegros a Brasil sumado a la implementación de los derechos de exportación ha tenido un fuerte impacto en la competitividad del sector. “Estamos trabajando en conjunto con las autoridades para hallar el camino que permita compensar la implementación de estas medidas teniendo en cuenta que nuestro sector exporta el 60% de lo que produce, representa el 34,5% de las MOI (Exportaciones de Manufacturas de Origen industrial) y se ubica como el segundo sector que aporta la mayor inversión extranjera directa y el segundo del total de la inversión de la industria manufacturera (U$S 5.000 millones para el período 2017/2019)”, afirmó.
