Fiat es una marca que constantemente mira a su pasado para encontrar inspiración para su gama de productos actual. El más claro ejemplo es el 500 y próximamente también lo hará con el nuevo 600, el B-SUV que tendrá versiones eléctricas y con motor de combustión. Pero también lo hará a futuro, cuando la transición hacia la electrificación sea aún más avanzada, tomando como referencia no sólo sus antiguos modelos, sino además íconos que formaron parte de su rica historia, como el Lingotto.
Antes de entrar en detalles, repasemos brevemente la historia de este mítico edificio: su construcción comenzó en 1916 y finalizó en 1926, como una de las primeras fábricas de la marca. Su planteo fue sumamente innovador: en la parte inferior entraban las materias primas, los vehículos continuaban con el proceso de ensamblado en las plantas superiores hasta salir completamente terminados en la terraza que alojaba su mayor particularidad, una pista de pruebas. En una época en la que los fabricantes guardaban celosamente sus desarrollos, contar con un circuito dentro de sus propias instalaciones le permitía a la compañía no sólo probar sus autos recién producidos, sino también realizar ensayos con prototipos. El edificio es una joya de la arquitectura y por supuesto lo más llamativo es el trazado oval con curvas peraltadas que sirvió a la automotriz durante décadas hasta que su crecimiento llevó a que la producción sea trasladada a otras factorías como la de Mirafiori. Hoy por hoy, Lingotto fue completamente reciclado y modernizado, funcionando como hotel, aunque afortunadamente mantiene la pista que lo caracteriza.
Este ícono arquitectónico será llevado al futuro de la marca en su próxima generación de vehículos eléctricos: la firma italiana publicó algunas imágenes del diseño que tendrá el interior de dichos productos, claramente inspirado en el Lingotto. Con sólo ver el tablero queda clara la referencia al circuito oval, presente en la plancha frontal, la consola central o el túnel de transmisión y hasta en el volante, que estrenará un llamativo velocímetro e instrumental digital en el centro. El minimalismo jugará un papel muy importante, eliminando por completo los mandos físicos, reemplazados por comandos táctiles, órdenes de voz o movimientos, incluso para la apertura o el cierre de las puertas. También se destaca la iluminación ambiental, los colores y materiales utilizados en el habitáculo.
Cabe aclarar que se trata inicialmente de un ejercicio de diseño y posiblemente algunas de estas soluciones tengan que ser dejadas de lado en las versiones definitivas, especialmente los mandos de apertura de las puertas, que sí o sí por normativa deben tener un mecanismo físico. Para ver plasmado este homenaje habrá que esperar algunos años más: está previsto que debute este nuevo concepto estético en la versión de producción del concept Centoventi, que se convertirá en el sucesor del Panda. Si bien se viene hablando de este prototipo desde hace varios años y debería haber sido presentado este año, la compañía ha decidido demorar su llegada al mercado para continuar su desarrollo hasta 2025.
