Cada vez son más las automotrices que deciden dejar de lado los motores de combustión convencionales y reconvertir su gama completa a vehículos híbridos y eléctricos. Una de las primeras en anunciarlo fue Volvo (ver nota) y ahora se sumaron Jaguar y Land Rover.
Las dos icónicas marcas inglesas contarán en su portfolio de productos sólo con híbridos, híbridos enchufables y eléctricos a partir de 2020. El principal motivo es la reducción de emisiones de CO2, reglamentada a 95 g/km para 2021, una cifra que ahora parece difícil de alcanzar con sus potentes motorizaciones nafteras. Las emisiones de los vehículos Jaguar/Land Rover fueron de alrededor de 164 g/km en promedio, bastante mayor que el promedio británico (teniendo en cuenta otras marcas) de 121,4 g/km.
Inclusive, Escocia ya anunció que desde 2032 prohibirá la comercialización de automóviles con motores de combustión interna pura, tanto nafteros, como diésel, un combustible que parece estar lentamente en retirada del mercado europeo, también por su nivel de emisiones.
Para ello, ambas automotrices pertenecientes al grupo indio Tata, realizarán una gran inversión en el desarrollo de estas tecnologías, como instalar una fábrica de vehículos eléctricos en el Reino Unido. Además, uno de los lanzamientos más esperados de Jaguar es el I-Pace, un crossover deportivo impulsado por esta energía. Hasta los clásicos se pasan a la electricidad: en coincidencia con el anuncio realizado por Ralf Speth, presidente de Jaguar-Land Rover, fue presentado un E-Type Zero, con mecánica totalmente eléctrica.