El fin de una era y el comienzo de otra se aproxima: el reinado de los V8 de alta cilindrada lamentablemente está llegando a su fin, incluso en Estados Unidos y la electrificación avanza de manera inexorable. En ese sentido, el mítico motor HEMI se está despidiendo de toda la gama Stellantis y luego de la discontinuación de los Dodge Challenger y Charger, el Chrysler 300 y de que la RAM 1500 de nueva generación sólo incluya el nuevo Hurricane 6 de seis cilindros en línea, ahora es Jeep la que le dice adiós al V8 con el Wrangler Rubicon 392 Final Edition.
Se trata de una serie especial limitada a 3.700 unidades creada justamente para despedir a esta insólita variante del todoterreno que nació combinando las características del Rubicon con las de los muscle cars. En este caso, la edición limitada contará con ítems exclusivos como calcos específicos en el capot y la toma de aire, butacas revestidas en cuero Nappa con apliques en dorado y una placa con el número de unidad y la inscripción Final Edition.
En el momento de su presentación, habíamos definido al Rubicon 392 como un muscle-todoterreno y realmente lo es: toma el enorme V8 HEMI de 6.4 litros –o 392 pulgadas cúbicas, de ahí su denominación- utilizado en algunas versiones del Dodge Challenger, pero en lugar de los 450 CV del concept, la versión de producción desarrolla ¡476 CV! (470 HP), con un torque de 637 Nm –vs 610 Nm del prototipo-, manteniendo la caja automática con convertidor de par de 8 velocidades. Con semejantes cifras, el Wrangler puede acelerar de 0 a 60 mph (96 km/h) en 4,5 segundos, definitivamente nada mal para un vehículo de más de dos toneladas de peso.
Claro que la tradición del Wrangler no tiene nada que ver con el asfalto o la pista y por ello, desde la marca también trabajaron para que ofrezca un mejor desempeño en off road, incluso mayor que la versión Rubicon convencional: posee un kit de elevación de la suspensión, con amortiguadores monotubo específicos firmados por Fox, ejes Dana 44, caja de transferencia de 2 velocidades Selec-Track, neumáticos para barro de 37 pulgadas, diferenciales de bloqueo eléctricos de los ejes delantero y trasero Tru-Lok y hasta un sistema de escape especial que permite variar el sonido. Gracias a estos cambios, logra una capacidad de vadeo de más de 80 centímetros, un ángulo de ataque de 51,6º, ventral de 29,5º y de salida de 40,1º. También se reforzó el chasis, con piezas de hierro fundido en las juntas de dirección, parrillas de suspensión y parte de la plataforma.
Estéticamente, luce prácticamente igual que el concept, con una prominente toma de aire sobre el capot –indispensable para el volumen de aire que necesita el V8-, llantas de 17 pulgadas con neumáticos de 37”, Mantiene el techo solar corredizo Sky One-Touch Powertop con paneles extraíbles, butacas específicas y Launch Control, tomado del Grand Cherokee Trackhawk.
La producción de la serie de despedida está prevista para el segundo trimestre de este año, por lo que la marca ya está tomando los pedidos. Con su salida, sólo dos productos mantendrán el HEMI, aunque no sabemos por cuánto tiempo más: la Dodge Durango y la RAM 1500 Classic que se comercializa en nuestro mercado.
impresionante máquina