La evolución de las baterías y la tecnología está haciendo que la autonomía de los vehículos electrificados se amplíe notablemente, equiparando a los diésel. Pero además de aumentar la capacidad de las mismas, Kia encontró otra solución, poder combinar tres combustibles distintos y ofrecer un alcance inédito: 1.600 kilómetros con el Niro Tri-Fuel.
Se trata de una solución pensada y desarrollada en Europa, para la que se tomó como base el Niro Hybrid –vale recordar que el SUV ya de por sí se comercializa en tres variantes distintas, naftero convencional, híbrido autorrecargable y 100% eléctrico-. Esta versión está impulsada por un motor 1.6, asistido por un motor eléctrico que es alimentado por una batería de iones de litio de 1,32 kWh de capacidad. La potencia combinada del conjunto híbrido es de 129 CV y 265 Nm de torque. La novedad es que además del tanque de nafta de 42 litros, posee un tanque adicional de 40 litros de GLP, es decir, gas licuado de petróleo, un combustible que en Europa tiene bastante popularidad, casi similar al GNC en nuestro país. El rendimiento de su mecánica y las prestaciones son similares, pero al contar con el plus de autonomía del GLP –que además reduce las emisiones en un 6%-, se logra que el Niro pueda recorrer hasta 1.600 kilómetros sin reabastecer.
Ya disponible en Italia, esta variante tri-fuel se comercializa como una conversión, llevada a cabo por la empresa BRC de Westport Fuel System, manteniendo la garantía oficial de Kia, de 7 años o 150.000 kilómetros. El costo del equipo de GLP es de alrededor de 2.000 euros, que podrían recuperarse rápidamente dependiendo del uso que el propietario le de a la unidad, tal como sucede con el GNC.
Aunque esta opción tri-fuel no llegará a Argentina, la firma surcoreana sí tiene previsto lanzar el Niro híbrido, de hecho, lo exhibió durante el verano en su stand de Costa Esmeralda. Basado en la filosofía de diseño Opposites United e inspirado en el concept Habanito presentado en 2019, el frente se destaca por los faros de Led de formato triangular con una firma luminosa que sigue su contorno, la infaltable parrilla Tiger Nose y una toma de aire inferior bastante generosa.
Sin dudas, la vista más llamativa es su perfil, aunque su silueta es la típica de un SUV, los diseñadores lograron diferenciarlo notablemente de otros competidores con varios detalles: el más distintivo es una franja en el pilar C que se extiende hasta el pasarruedas trasero y está pintada en otro color, contrastando con la carrocería. También, cuenta con protecciones en los pasarruedas y zócalos en las parte baja de las puertas pintados en ese mismo tono. Por último, el remate posterior se destaca por una inclinación bastante marcada del portón y los faros de formato vertical tipo boomerang.
Puertas adentro, la revolución es aún mayor: el tablero refleja un notable grado de sofisticación y modernidad, con formas tridimensionales, trazos bien rectos, materiales de calidad y sobre todo la doble pantalla que cumple las funciones del instrumental y del sistema multimedia.