Tal como lo señalamos ayer, hay marcas que logran trascender el ámbito comercial y forman parte de la historia del país y de su imaginario colectivo: Fiat simbolizó para muchos su primer auto, su herramienta de trabajo o los recuerdos de la infancia. Este mes, la firma italiana está celebrando sus 100 años de trayectoria en Argentina, una historia que comenzó con una pequeña oficina de FIAT Turín ubicada en las calles Demaría y Godoy Cruz en el barrio porteño de Palermo y hoy continúa con la producción del Cronos en Córdoba y su sede en Retiro. A modo de homenaje, la marca preparó un show de mapping que pudo observarse anoche entre las 19 y las 00hs sobre la fachada del Teatro Colón, la Facultad de Derecho y el Obelisco, pero la gran fiesta se vivió en La Rural, en un evento que reunió a las máximas autoridades a nivel mundial y local, integrantes de su red de concesionarios, así como a la prensa, miembros del Gobierno y diversas personalidades que estuvieron ligadas a la compañía.
Entre los directivos de FCA se destacó John Elkann (Chairman del Grupo) quien reafirmó el compromiso de la empresa para «continuar escribiendo la historia futura junto a Argentina»: «Gracias a su gente y su potencial, este país tiene todas las cartas para superar los problemas de la situación actual. El vínculo que sentimos con Argentina es, sin duda, especial. Vivimos juntos retos y éxitos; períodos florecientes, difíciles y de cambios. El legado que presenciamos hoy no se trata solo de inversiones, capacitación de nuestros colaboradores o de la contribución que hemos hecho al desarrollo industrial y tecnológico del país. También es, sobre todo, una historia humana, de decenas de miles de argentinos, muchos de ellos descendientes de italianos, que compartieron sueños y desafíos, y es gracias a ellos que se construyó la gran familia de Fiat en Argentina», manifestó.
Por su parte, Mike Manley, CEO de FCA aseguró en referencia a la actualidad de la compañía en el país, que está «orgulloso de tener aquí, en Argentina, una de las plantas más modernas en términos de tecnología aplicada, procesos y estándares de calidad. Nuestro complejo de producción en Córdoba es un eslabón esencial en nuestra industria y también una base valiosa para cuando el mercado recupere por completo su verdadero potencial», remarcó.
Para este evento, el pabellón ocre de La Rural se vistió de gala exhibiéndose vehículos históricos y representativos de las diferentes etapas de la marca: desde un Fiat Victoria de 1903, pasando por los icónicos 128, 125 y 1500 y por supuesto, el primer 600D fabricado en Argentina. Y también el presente y futuro de la compañía, con el Cronos –que sumará una edición especial por el centenario-, la Toro y el concept Fastback presentado el año pasado en el Salón de San Pablo.
100 años de historia:
Los inicios de Fiat en nuestro país se remontan a mayo de 1919, año en el que se constituyó la FIAT Turín, sucursal argentina para la importación y distribución y asistencia de los vehículos de la marca. Fue el primer indicio de internacionalización de la marca que hasta ese momento solo tenía sedes en Italia.
Para mediados de los años 50, la compañía dio el gran salto industrial, con la producción de tractores, motores diesel y material ferroviario (se abrieron las plantas de Fiat Someca Construcciones Córdoba para la fabricación de tractores en 1954; la de Grandes Motores Diésel, también en Ferreyra, Córdoba, para la producción de motores de locomotoras, propulsores navales, bombas de petróleo y generación eléctrica; la de Materfer para la fabricación de locomotoras y coches de pasajeros para los ferrocarriles) a la vez que inició la construcción de una planta para la fabricación de vehículos en Caseros.
De allí salió, en abril de 1960, el Fiat 600D, el primer auto de la marca producido en Argentina y que se convirtió rápidamente en uno de los más vendidos, motorizando a generaciones. Allí también se fabricó el modelo 1100, pero ya en 1963 la producción de automóviles se mudó a un predio mucho más grande en El Palomar. Este ciclo de inversiones y expansión no se detuvo hasta la división de Fiat Concord en dos compañías: Fiat Argentina, con foco en el negocio del auto, y Fiat Diésel, aglutinando a las demás actividades allá por 1979.
El período de expansión, que incluyó la producción de camiones, tractores y la apertura de nuevos establecimientos, concluyó a finales de los 70: una vez divididas las unidades de negocio, Fiat Argentina se fusionó con Safrar Peugeot para conformar Sevel Argentina.
En una coyuntura crítica para la Argentina, Fiat decidió ceder el control de Sevel Argentina al Grupo Macri en 1982 que, hasta julio de 1996, como licenciataria, se encargó con éxito de la producción y comercialización de los autos de la marca, incorporando nuevos modelos, como el Uno, el Duna o el 147.
También por entonces pasaron a grupos privados argentinos Materfer y Grandes Motores Diésel, mientras que se constituyó Iveco Argentina que absorbió la División Camiones y que en 1991 pasó a ser controlada por el Grupo Garfunkel.
El proceso de configuración del espacio regional del Mercosur, la caracterización de la industria automotriz como sector estratégico para los gobiernos de Argentina y Brasil, la estabilización de la economía argentina y la política de atracción de nuevas inversiones directas, fueron factores determinantes para que Fiat retomara el control de sus marcas a mediados de los años 90.
En diciembre de 1996, se construyó una nueva planta de Fiat Auto Argentina en el complejo industrial de Ferreyra, que demandó una inversión de más de 600 millones de dólares para la producción del Siena.
También en esos años, la firma retomó el control de Iveco y se relanzó el negocio del agro en cabeza de New Holland, que al poco tiempo pasó a ser CNH con la adquisición de Case. Pero otra vez, las coyunturas críticas obligaron a suspender las actividades de la planta de Córdoba entre 2001 y 2008.
Sergio Marchionne, como CEO de Fiat Group -y luego de FCA- fue un actor fundamental para el retorno de la actividad en la planta de Córdoba, así como el gran hacedor de la transformación del grupo a nivel global para asegurar su éxito y continuidad a futuro. Se hizo cargo de la gestión de Fiat en 2004, que en ese entonces perdía 5 millones de dólares por día. Cambió el destino de la empresa en ruinas y logró convertir el nuevo grupo, tras la fusión con Chrysler, en uno de los mayores colosos del mundo. Del problemático conglomerado industrial italiano con un pasado glorioso, Fiat SpA se transformó, bajo su guía, en tres sociedades independientes (CNH-FCA-Ferrari).
Volviendo a la filial local, entre los hechos más relevantes de la última década está el relanzamiento del Complejo Industrial de Ferreyra en 2008; la inversión en la planta y preparación para la producción del Nuevo Palio en 2012; y luego la modernización de la fábrica en Córdoba, tanto en términos tecnológicos y de procesos, de formación y entrenamiento de los colaboradores, para producir, tras una inversión de 500 millones de dólares, el Cronos, un producto que, según destaca la marca, es de calidad global.
Felicitaciones FIAT!!!!!
Sin dudas, un orgullo nacional y mundial.