Porsche ha desarrollado alguno de los vehículos de competición más memorables de la historia: tres de los más reconocidos son el 917 de Le Mans, el 959 del Dakar y el 935, también de Le Mans. Como se sabe, la firma de Stuttgart tiene una gran tradición homenajeando a sus clásicos y qué mejor que revivir a Moby Dick, pero con lo mejor de la ingeniería disponible actualmente.
Así surgió el nuevo 935, basado en el 911 GT2 RS y que fue presentado en la Rennsport Reunion en el circuito de Laguna Seca (California, Estados Unidos), la mayor concentración de vehículos de la marca a nivel mundial.
Estéticamente, es bastante difícil reconocer al modelo del cual parte, ya que casi todos los paneles de la carrocería fueron reemplazados por otros de cuidada aerodinámica que remiten al modelo original de los 70 y son fabricados con plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP). Sumado a esto, se destaca por las llantas carenadas de color rojo, neumáticos slick, un enorme alerón que corona la parte trasera tipo long tail y un esquema de pintura que se asemeja el original.
El interior fue despojado de todos los elementos de confort, siendo reemplazados por piezas de fibra de carbono, alcántara, butacas y volante de computación y jaula de seguridad.
Mecánicamente, hereda el motor bóxer biturbo de 6 cilindros, de 3.8 litros, que desarrolla nada menos que 700 CV y se asocia a la caja automática de doble embrague PDK y siete marchas. También se mantuvieron los sistemas de seguridad como el control de tracción y estabilidad y los frenos a disco con ABS.
Pero el 935 no es sólo un homenaje al clásico, también toma muchos elementos de otros vehículos de la marca, como los guardabarros del 911 GT3, los espejos retrovisores del 911 RSR y las luces del 919 Hybrid.
Afortunadamente, no se trata de un prototipo ni de un One-Off: para alegría de los coleccionistas, se fabricará en una serie limitada de 77 unidades, con un precio de 701.948 euros más impuestos y entregas a partir de junio del año que viene.
Me anoto con el N° 78