Tal como estaba previsto y a pesar del contexto actual de pandemia, comenzó a regir el nuevo protocolo de Latin NCAP, que como suele suceder en cada actualización, aumenta el nivel de exigencia: en este caso, la novedad más destacada es la incorporación de la prueba del alce, pero también cambia el sistema de calificaciones y el equipamiento de seguridad activa junto con los asistentes de conducción, cobran más protagonismo.
En primer lugar, como mencionamos en el primer párrafo, la novedad más importante es la incorporación de la denominada “Prueba del Alce” o Moose Test, que consiste en realizar una maniobra de esquive –a una velocidad que se va incrementando de manera gradual entre 30 y 70 km/h- simulando el eventual cruce de un animal o un obstáculo en el camino, evaluando así no sólo el desempeño del control de estabilidad (si es que el vehículo lo equipa), sino también la eficacia de las suspensiones y la dirección ante un brusco cambio de trayectoria. En otros países, esta prueba terminó revelando deficiencias en el comportamiento de varias pick ups y SUV’s, propensos a mostrar un mayor rolido debido a su centro de gravedad más alto y a una mayor transferencia de pesos.
Otra de las claves es la valoración del control de estabilidad (ESP): a los vehículos que no lo equipen de serie en toda la gama, se les restará puntos en la calificación final. En contraste, los que sumen asistentes a la conducción como frenado autónomo de emergencia, asistente de mantenimiento de carril o alerta de cambio involuntario de carril, recibirán puntos extra.
Por otra parte, también cambiará el sistema de calificación: al igual que Euro NCAP, la puntuación de 0 a 5 estrellas será unificada entre protección de Ocupante Adulto y de Ocupante Infantil, en lugar de calificarse por separado como hasta ahora. Adicionalmente, para conocer el nivel de protección de cada uno, se utilizará un sistema de porcentaje dividido en cuatro categorías: Ocupante Adulto, Ocupante Infantil, Protección para Peatones y Asistentes de Conducción. Asimismo, el organismo de seguridad será más estricto en cuanto al uso de los resultados en campañas publicitarias, exigiendo que las marcas informen el protocolo utilizado. Además, sólo podrán ser utilizados en publicidad hasta cuatro años después del crash test, prohibiendo su uso cumplido dicho plazo.
Con todas estas modificaciones, de acuerdo al organismo de seguridad latinoamericano, el nuevo protocolo será bastante similar al de Euro NCAP de 2014 y estará vigente hasta 2023.
A toyotorta no le gusta esta noticias….jejejejeje