La contracara de la tercera ronda de ensayos publicada por Latin NCAP, en los que la Toyota RAV4 obtuvo la máxima calificación, fue la Renault Kangoo, el otro producto que el organismo de seguridad evaluó y que solamente logró una calificación regular de tres estrellas.
El utilitario desarrollado sobre la base del Dacia Dokker, que en nuestra región se comercializa bajo la marca del rombo y se fabrica en la planta cordobesa de Santa Isabel fue calificada con 3 estrellas en protección de ocupante adulto y 4 estrellas en el caso de ocupante infantil. De acuerdo al informe oficial de Latin NCAP, la Kangoo, equipada con doble airbag y control de estabilidad como equipamiento de serie en toda la gama mostró una protección razonable para los ocupantes adultos en el impacto frontal, pero débil en el pecho en la prueba de impacto lateral, muy cerca del nivel máximo de lesiones permitidas en el pecho. Si hubiese alcanzado ese nivel, recibiría apenas una estrella. Además, detalla: “La estructura en el test de impacto lateral mostró una alta intrusión del carro de impacto en el compartimiento del acompañante. La estructura del habitáculo y del área de los pies fue considerada como inestable y se encontró que la estructura no era simétrica en términos de construcción entre el lado del conductor y del acompañante. Esta situación plantea la incógnita de cómo se desempeñará en la prueba de choque frontal realizando el impacto del lado del acompañante”.
Al respecto, Alejandro Furas, Secretario General del organismo de seguridad, expresó: “Renault decepciona con un nuevo modelo como el Kangoo con un resultado que apenas alcanza las tres estrellas en seguridad para adultos y con una protección de impacto lateral débil. Es hora de que los fabricantes como Renault ofrezcan en América Latina y el Caribe vehículos que estén desarrollados para proteger a las personas y no sólo para pasar las pruebas. Cabe recordar que Renault solía ser líder del mercado en Europa en referencia a seguridad”.
Por su parte, Ricardo Morales, Presidente de la Comisión Directiva de Latin NCAP, señaló: “Es sorprendente que en 2019 todavía haya fabricantes globales que desarrollen modelos nuevos para alcanzar los mínimos resultados aceptables de tres estrellas y que no tengan como objetivo obtener resultados de cinco estrellas. Es inconcebible que algunos fabricantes sigan ofreciendo modelos cinco estrellas para países y regiones desarrolladas y no ofrezcan los mismos niveles de seguridad para América Latina y el Caribe. Los gobiernos deben apoyar firmemente a Latin NCAP; este mecanismo de colaboración ha demostrado su eficacia en todo el mundo, pero lamentablemente no ocurre en nuestra región. Los consumidores, fabricantes y gobiernos deberían impulsar juntos vehículos más seguros a América Latina y el Caribe”.
Agradezco a Latin NCAP por el compromiso con la seguridad al expresar públicamente esta su opinión, además de una prueba, que va con la mayoría de los que los que estamos al tanto de seguridad, ya que no es de conocimiento público estas tecnologías ni las diferencias de productos de un primer mundo al nuestro.
Particularmente cuando elijo, es a/a y seguridad, como si me cobran $15000 por un regulador de apoyo lumbar lo pago, así sea una Kangoo un Onix, etc.
Saludos.
Es una verguenza que dejen vender productos de tan mala calidad… el estado debería regularlos más como en en el primer mundo…
En febrero de este año, mandé un correo a latín ncap preguntando cuándo y si se iba a probar la Renault kangoo, me habían contestado que no tenía fecha, y no se sabía si Renault le iba a dar unidades para que prueben.
Con respecto al costo es todo verso, saben por qué en Europa tienen mayores costos que acá y sin embargo hacen y venden vehículos con mayores y mejores, normas de seguridad. Nos venden espejitos de colores y quieren llevarse la plata con la pala, las grandes multinacionales
El problema no es lo que ofrecen, sino lo que compramos. Porque si ofrecieran un utilitario 5 estrellas, seguramente cueste el doble, y no se vendería. El producto es lo que es, y si la gente lo compra, es porque no puede pagar un vehículo que vale el doble (o triple) que en Francia o USA. Entre el «costo argentino» y los impuestos, no es viable una industria automotriz local globalmente competitiva.