Audi marcó un hito en el rally con su innovador sistema de tracción integral quattro en los 80, también pasó a la historia a mediados del 2000 al ganar en Le Mans con un motor diésel TDI y más recientemente volvió a imponerse en la mítica competencia de resistencia cuando debutó la tecnología híbrida. Ahora la firma de Ingolstadt quiere marcar otro hito aún más desafiante: consagrarse en el Dakar con un buggy híbrido, el nuevo RS Q e-tron.
Presentado esta mañana en Europa, el prototipo llama la atención por su radical diseño creado por el argentino Juan Manuel Díaz, con formas afiladas, una enorme toma de aire en el techo y una aleta de tiburón parecida a la de los prototipos del WEC. Al tratarse de un buggy, lo más importante es su estructura, mecánica y suspensiones, mientras que la carrocería, si bien cumple la función de cubrir esta estructura, en este caso también fue muy estudiada su aerodinámica. A decir verdad, sus formas poco tienen que ver con los modelos de calle, aunque conserva algunos rasgos: en el sector frontal se dibuja la parrilla singleframe con finas luces de Led, mientras que en la parte trasera también hay inspiración en los últimos productos presentados por la marca. Un detalle de color es que el parabrisas es similar al del A4, pero el parentesco con la gama convencional de Audi termina ahí.
Lo más interesante e innovador del RS Q e-tron es su tren motriz: al no contar con la autonomía y el tiempo suficiente para recargar las baterías de un vehículo eléctrico, la firma de los anillos decidió apostar por un sistema híbrido, que contará con el motor naftero TFSI utilizado hasta la temporada pasada en el DTM funcionando como generador. El impulsor, que ya se destacaba por su eficiencia, operará en un rango entre 4.500 y 6.000 rpm para alimentar a una batería de alto voltaje y a los motores eléctricos que serán los que realmente se encargarán de propulsar al buggy.
Aprovechando la experiencia de la marca en la Fórmula E, los ejes delantero y trasero estarán equipados con una unidad de motor-generador (MGU) proveniente del e-tron FE07, el monoplaza de la categoría 100% eléctrica. Contará además con una tercera MGU que formará parte del convertidor de energía y servirá para recargar la batería, que pesa alrededor de 370 kilos y ofrece una capacidad de 50 kWh. Como todo híbrido, dispondrá además de un sistema de recuperación de energía del frenado. Al igual que en los vehículos eléctricos de la marca, no existe una conexión mecánica entre los ejes delantero y trasero. El software desarrollado por Audi se encargará de distribuir el par entre los ejes, haciendo la función de un diferencial central virtual configurable libremente, lo que tiene el efecto secundario positivo de permitir ahorrar el peso y el espacio que habrían requerido los ejes de transmisión y un diferencial mecánico. Con todos los sistemas funcionando a pleno, la potencia será de unos 680 CV, aunque la FIA y ASO deberán definir si habilitan dicho rendimiento o aplican alguna limitación para equipararlo con otros buggy.
Más allá de que hoy fue develado oficialmente con la presencia de los pilotos Carlos Sainz, Mattias Ekström y Stéphane Peterhansel, la primera prueba en condiciones reales se realizó a principios de julio y a partir de ahora comenzará una intensiva fase de tests hasta fin de año junto con sus primeras participaciones en competencias de cross country.
Al respecto, Julius Seebach, Director de Audi Sport GmbH y responsable de la división Motorsport, señaló: “La tracción quattro cambió las reglas del juego en el Campeonato del Mundo de Rallies, y Audi fue la primera marca en ganar las 24 Horas de Le Mans con un prototipo electrificado. Ahora queremos marcar el inicio de una nueva era en el Rally Dakar, al tiempo que ensayamos y desarrollamos nuestra tecnología e-tron en condiciones extremas”. Por su parte, Andreas Roos, responsable del Proyecto Dakar, explicó: “Nuestro RS Q e-tron se ha desarrollado desde una hoja en blanco en un tiempo récord y representa La vanguardia de la Técnica. Las características del Rally Dakar suponen un desafío especial para los ingenieros. La prueba maratón dura dos semanas, con etapas diarias de hasta 800 kilómetros. Es una distancia muy larga. Lo que vamos a intentar no se ha hecho nunca antes, estamos ante el mayor desafío para un sistema de propulsión eléctrico”.
¿Lograrán pasar a la historia nuevamente? Sin experiencia previa en el Dakar, pero con componentes que ya demostraron su rendimiento y fiabilidad, sumado a la atención al detalle que caracteriza a Audi, condiciones sobran y sin dudas pelearán por el protagonismo con MINI, Toyota y equipos particulares.