El R8 es uno de los productos más vendidos de la división Audi Sport, un modelo que supo ganarse su lugar entre los superdeportivos y compite con éxito en numerosas categorías de automovilismo a nivel global. Pero en este último tiempo mucho se habló sobre su continuidad o salida de producción, ya que las normativas de emisiones y consumos sobre todo, parecían ponerlo en jaque. Así se llegó a decir que podría ser discontinuado o que podría transformarse en un deportivo 100% eléctrico, pero lo cierto es que finalmente la propia firma de Ingolstadt confirmó que habrá una tercera generación.
Claro que aún resta por definirse cómo será y qué sistema de propulsión utilizará, de hecho, ahora se presume que podría convertirse en un híbrido enchufable, lo que tiene bastante sentido, considerando que algunos de sus rivales también recibieron algún tipo de electrificación. Hasta ahora, lo que se sabe es lo que confirmó Oliver Hoffman, director general de Audi Sport al medio británico Top Gear, el R8 sí tendrá continuidad dentro del portfolio de la marca y se están evaluando las posibilidades en cuanto a sus características técnicas.
En ese sentido, Hoffman aclaró que ya poseen los conocimientos necesarios para el desarrollo de un auto eléctrico y que se trabaja muy estrechamente con la división de competición, tanto en lo que tiene que ver con el motor, como con la batería o la electrónica de potencia. Los desafíos por ahora son dos: el peso y el ruido, aunque asegura que están desarrollando un sonido sintético que simule al del motor de combustión.
Para lograr un peso más contenido y evitar utilizar un sonido artificial, la solución sería justamente apostar por un híbrido. Inclusive esto representaría una ventaja también en cuanto a su versión de competición, ya que muchas categorías están encarando también la electrificación. Además, no significaría un aumento tan considerable en el precio en comparación con un sistema de propulsión 100% eléctrico. Lo que sí mantendrá intacto con respecto al actual es su producción en la planta de Audi Sport en Neckarsulm, la misma donde también se fabricará el futuro e-tron GT (este sí completamente eléctrico) que como se sabe, compartirá la plataforma con el Porsche Taycan.
¿Por qué se le da tanta importancia a la competición? Más allá de una cuestión propia de imagen, el negocio de carreras-cliente representa una gran fuente de ingresos para la marca alemana y para su división deportiva en particular, por lo que no quieren resignar dichas ganancias. Además, la idea de un R8 híbrido cuenta con una ventaja adicional: como en el actual, que comparte el motor V10 con Lamborghini, su nueva generación podría utilizar el sistema híbrido o e-motor que la firma italiana presentó en el Sián, compuesto por un motor eléctrico que está integrado a la caja de cambios, desarrolla unos 34 CV y está asociado a un supercondensador que almacena electricidad. Este propulsor, por pequeño que parezca, permite mover el vehículo a baja velocidad y el supercondensador es mucho más liviano que un paquete de baterías de iones de litio.