Mientras se desarrollaba el Salón del Automóvil de Los Angeles 16 Válvulas tuvo en exclusiva la oportunidad de conducir el BMW i3, el nuevo modelo de producción fabricado por la casa bávara 100 % eléctrico, y realizar un breve recorrido por la ciudad.
El BMW i3 fue presentado en el Salón de Frankfurt en el año 2013 y desde su lanzamiento comercial en preventa ya se han formalizado 8.000 contratos, que lo pone como serio rival del Nissan Leaf.
Seis años y 3.000 millones de euros fueron necesarios para desarrollar el BMW i3. Fue construido sobre un chasis de aluminio y la carrocería se realizó con polímeros y refuerzos en carbono, lo que permitió alivianar el peso del vehículo rondando los 1.200 kg, un peso adecuado teniendo en cuenta que las baterías se llevan un porcentaje muy importante del peso total del auto.
Su diseño puede gustar o no, pero es diferente a todos los construidos por BMW, ya que fue realizado desde cero para ser un vehículo 100% eléctrico y no a partir de un vehículo de producción ya fabricado.
Con un largo de 3.999 mm y 1.598 mm de alto permite albergar a cuatro personas. En las plazas posteriores los que midan 1,80 m y algo más podrán acomodarse perfectamente por poseer una buena altura al techo y poseer un piso plano al no tener túnel de transmisión.
Una característica del BMW i3 es que la apertura de sus puertas se realizan de manera opuesta, sin contar con parante central, con algunas ventajas y contras. Para abrir la puerta trasera hay que abrir la delantera, no siendo independiente creando una incomodidad para entrar o salir del vehículo. Un punto a favor de este sistema de apertura y la falta de parante central es que permite ingresar más cómodo al interior del i3.
Sobre el interior de la puerta trasera se encuentra el cinturón de seguridad de la plaza delantera, pues como dijimos no cuenta con parante central donde siempre se ubica este dispositivo de seguridad. Además los cristales traseros son fijos.
Al subirnos al interior del i3 encontramos un puesto de conducción alto, como si estuviéramos en un SUV, frente a una amplia superficie vidriada. La butaca tanto del conductor como del acompañante son regulables en altura que junto a la regulación del volante en altura y profundidad permiten encontrar una posición de manejo adecuada.
El interior del BMW i3 está disponible en cuatro combinaciones de colores y materiales: Atelier, Lodge, Loft y Suite; esté último, el más exclusivo, es el que poseía nuestra unidad en que la combinación entre el cuero y materiales textiles tanto en butacas como en interior de puertas logran un ambiente distinguido.
Dos tercios de la plancha del tablero están ocupada por dos pantallas que reemplazan a instrumental convencional que le brindan un look futurista. La ubicada detrás del volante no solo cumple las funciones de velocímetro, kilómetro recorridos, sino también estado de carga, posición de la selectora de cambios, etcétera.
La pantalla central posee navegador que permite observar el alcance máximo no solo con la carga de batería, sino teniendo en cuenta también las condiciones del tráfico y del terreno, además indica el camino más conveniente para la utilización más eficiente de la carga y la estaciones de carga más cercanas.
El BMW i3 posee una aplicación para teléfonos móviles que puede conectarse al vehículo, pudiendo a través de él ajustar los horarios de carga, encender la calefacción mientras el auto se está cargando, estado de carga de la batería, alcance máximo con la carga actual y varias aplicaciones más. Sobre la derecha de la columna de dirección se ubica un dispositivo done se encuentra el botón de contacto, otro de Parking (P) y el selector semejante a una caja automática: Drive (D), Neutro (N) y Retroceso (R). Colocamos el selector en la posición Drive y presionamos suavemente el acelerador sorprendiéndonos solo el ruido de la rodadura de los neumáticos sobre el asfalto, siendo muy silencioso.
Dispone de un propulsor eléctrico de 170 CV con un impresionante par de 250 Nm que lo alcanza inmediatamente pegándote contra el asiento, para dar una idea acelera de 0 a 100 km/h en 7,2 segundo y la recuperación de 80 a 120 km/ lo hace en algo más de 4 segundos, valores que le permiten emparejar y hasta superar vehículos con motores de más de 400 CV.
Una de las particularidades que notamos conduciendo por ciudad es que al desacelerar el i3 comienza a frenarse en una forma más abrupta, motivado por el sistema de regeneración de energía, pero que luego de tomarle la mano permite prácticamente no usar el pedal de freno, siendo aún más eficiente.
Sin dudas es un vehículo con buena agilidad y con una dirección bien directa que le permite desenvolverse con soltura en la ciudad y que sumado a su longitud menor a 4 metros puede ser estacionado en espacios reducidos. Con respecto a este punto el i3 dentro de su equipamiento dispone de cámara de visión trasera cuando se conecta la marcha de retroceso, pudiéndose visualizar en la pantalla central lo que ocurre detrás del i3.
Si bien el BMW i3 es alto, su estabilidad no se ve comprometida por poseer un centro de gravedad bajo al estar las baterías por debajo del piso de los ocupantes, siendo un vehículo muy equilibrado.
El BMW i3 posee una autonomía del orden de los 150 kilómetros, aunque si lo llevamos a la ruta y aumentamos la velocidad esa cifra se reducirá considerablemente. Posee dos modos de conducción denominados Eco Pro y Eco Pro+ que permiten aumentar entre 30 y 50 kilómetros adicionales la autonomía, lógicamente lo hará sacrificando confort a los ocupantes quitando climatizador, alimentación a dispositivos, accesorios, etc.
Nos comentaron que existe la posibilidad de aumentar aún más la autonomía del BMW i3 en 100 km plus con la incorporación en forma opcional de un motor bicilíndrico de combustión de 650 cm3 y alrededor de 34 CV con el único objetivo de cargar las baterías y no de transmitir movimiento al eje trasero.
El tiempo de carga completa utilizando una conexión domiciliaria se encuentra en el orden de 8 horas, que puede reducirse considerablemente utilizando los denominados Wallbox que en solo 30 minutos se alcanza el 80% de la carga total de las baterías.
En resumen, una prueba muy interesante con un vehículo llamativo, con mucha tecnología y atractivo diseño. El BMW i3 es un vehículo capaz de utilizarse en zonas urbanas y suburbanas, además con el propulsor adicional se puede incluso realizar algún viaje más largo, siempre prestando atención a la pantalla y al sistema de navegación para asegurarse el reabastecimiento de energía eléctrica.
El diseño de la carrocería está muy bueno, excelente, cierto estilo de las Picasso, habria que acostumbrarse al tema de la apertura de la puerta trasera, lo cual es mínimo, solo cuando se llevan pasajeros atrás … Ya hay varios vehículos sin parante central … 4 Ms de longitud no es tan corto, hay muchísima cantidad de vehículos medianos de similar longitud … El problema de todos los eléctricos: Autonomía, lo cual hace que sea un 2º auto ya que para hacer viajes medianos ó largos no sirve, implica que su mercado de ventas esté restringido a quienes puedan comprar y mantener varios vehiculos … Cuando la tecnología permita en forma standard autos electricos de igual autonomía que los aspirados, se venderán muy bien, ó en su defecto que la tecnología permita autos electricos muy económicos … Cordiales saludos.