La idea era muy prometedora, dos SUV’s pequeños para aprovechar la gran demanda de este tipo de vehículos en la región, pero no llegó a buen puerto: de acuerdo a la web Auto Drive, tanto Peugeot como Citroën habrían cancelado sus respectivos proyectos para América del Sur, aunque sí seguirán adelante en Europa.
¿El motivo? Como muchos podrían imaginarse, rentabilidad. En Stellantis estuvieron analizando los costos de producción, inversiones a realizar y habrían llegado a la conclusión –siempre según lo publicado por la web brasileña- de que serían inviables y, para peor, podrían canibalizar a otros productos como el Fiat Pulse o el propio C3 regional.
Conocidos internamente como Proyecto P44 en el caso de Peugeot y Proyecto CJ4 para Citroën, del que más se tenía información era del SUV de la firma del león: su denominación definitiva, siguiendo la nomenclatura de la marca, sería 1008 y tendría dos variantes, una 100% eléctrica para el mercado europeo y otra convencional para los mercados emergentes. Mientras que el sucesor del C3 tendría un posicionamiento más accesible, el modelo de Peugeot buscaría transmitir una mayor sensación de refinamiento y sofisticación. El 1008 contaría con una estética inspirada en sus hermanos mayores, aunque con formas más cuadradas o cúbicas a fin de aprovechar mejor el espacio y sus reducidas dimensiones. Curiosamente, también podría plantearse como un sucesor para el llamativo pero poco exitoso 1007, lo que reflejaría también el cambio en las preferencias del público: el 1007 fue creado durante el auge de los monovolúmenes y se caracterizaba por sus dos puertas corredizas eléctricas. El nuevo 1008 se gestará en pleno auge SUV y en la transición a la electrificación.
Siguiendo con esta idea de mayor refinamiento y sofisticación, el B-SUV prometía destacarse por su equipamiento de seguridad, con 6 airbags, control de tracción y estabilidad, así como un paquete de asistencias a la conducción, con frenado autónomo de emergencia, alerta de punto ciego y alerta de cambio de carril involuntario, entre otros ítems.
Mecánicamente, el nuevo B-SUV aprovecharía la formación del Grupo Stellantis, utilizando el motor naftero Firefly 1.0 turbo del Fiat Pulse y que también se espera que sea incorporado por el Peugeot 208 y el Citroën C3 regional. Sin embargo, con la cancelación del proyecto, sólo prosperaría la motorización eléctrica para Europa. Lo mismo sucederá con su hermano de Citroën, en lugar de intentar competir con el Renault Kiger, Nissan Magnite o Kia Sonet sólo será eléctrico y posiblemente comparta muchas características en común con el Sport Utility del que Jeep develó su primera imagen esta semana.
Sería una gran error cancelar estos proyectos muy bien orientados! Sobre todo Citroen, tiene que avanzar en un modelo mini-SUV Aircross, más pequeño que los C3 y el C3 Aircross, de unos 3,7 mts debería ser en mi opinión, aunque super equipado. Peugeot podría posicionarlo entre el 208 y el 2008. Saludos!