No solo la electricidad o los vehículos eléctricos a batería son una alternativa a los sistemas de propulsión tradicionales nafteros o diésel, también el hidrógeno es una solución que cada vez más marcas se están animando a desarrollar y probar con el objetivo de que en un futuro cada vez más cercano, también estén disponibles. Una de ellas es Volvo, que anunció que realizará pruebas con camiones a hidrógeno en 2026, apuntando a comercializarlos hacia finales de la década.
Como ya se sabe, más allá de que los camiones eléctricos comienzan a ganar terreno en aplicaciones urbanas o de media distancia, las largas distancias siguen siendo su talón de Aquiles ya que no ofrecen una autonomía equivalente a sus pares diésel o, en caso de equipar baterías con mayor capacidad, agregan peso y restan capacidad de carga para transportar. Es por eso que la marca sueca propone al hidrógeno como alternativa en rutas y/o regiones donde la infraestructura de carga o el tiempo para recargar las baterías son limitados.
En este caso, la primera prueba se realizará con unidades equipadas con motor de combustión pero que utilizarán hidrógeno, con un sistema muy similar al de los camiones a GNC, almacenando este elemento en estado gaseoso en tanques ubicados detrás de la cabina. De acuerdo a la compañía, los camiones con motor de combustión a hidrógeno complementarán la gama de opciones de la marca, que incluye vehículos eléctricos a batería, eléctricos con celda de combustible y unidades que funcionan con combustibles renovables, como el biogás y el HVO (aceite vegetal hidrotratado).
Al respecto, Jan Hjelmgren, jefe de Gestión y calidad de productos de Volvo Trucks, explicó: «Los camiones en los que se mantiene el motor de combustión interna tradicional, pero que funcionan con hidrógeno, ofrecerán el mismo rendimiento y fiabilidad que nuestros camiones diésel, pero con la ventaja adicional de potencialmente tener cero emisiones netas de CO2. Serán un valioso aporte a nuestra gama de camiones eléctricos de batería, que llevan varios años en el mercado».
Para sus camiones alimentados por hidrógeno, Volvo utilizará un sistema de inyección directa de alta presión (HPDI), una tecnología que consiste en inyectar una pequeña cantidad de combustible de ignición a alta presión para permitir el encendido por compresión antes de añadir el gas. Las ventajas de esta tecnología incluyen una mayor eficiencia energética con un menor consumo de combustible y una mayor potencia del motor. A su vez, ofrecerán una autonomía similar a las unidades diésel y serán considerados vehículos de cero emisiones.
De cara a su desarrollo, el Grupo Volvo firmó recientemente un acuerdo con Westport Fuel Systems para crear una empresa conjunta que utilice la tecnología HPDI. Se prevé que este joint-venture entre en funcionamiento en el segundo trimestre de 2024, una vez se formalice su creación.
«Está claro que se necesitan varios tipos de tecnología para descarbonizar el transporte pesado. Como fabricante mundial de camiones, tenemos que apoyar a nuestros clientes ofreciéndoles una variedad de soluciones de descarbonización. Los clientes pueden elegir la alternativa que mejor se adapte a sus necesidades en función de la asignación de transporte, la infraestructura disponible y los precios de la energía verde”, señaló Jan Hjelmgren.
