Fue la gran novedad de Chevrolet hace un mes atrás en China y parece que rápidamente será replicada en nuestra región: de acuerdo a nuestros colegas de Autos Segredos, la marca del moño planea incorporar a la Tracker RS a su portfolio el año que viene, aunque con algunas diferencias con respecto al modelo que se comercializa en el Gigante Asiático.
Siguiendo con su estrategia de sumar versiones con estética deportiva bajo las siglas RS (Rally Sport), luego del Onix RS, Cruze RS y la recientemente presentada Equinox RS, en 2023 será el turno del B-SUV. A nivel de diseño, se mantendría prácticamente idéntica a la versión china, que de por sí cuenta con modificaciones bastante sutiles: se destaca el marco de la parrilla y la toma de aire central de color negro brillante –con un entramado tipo panal de abejas-, los faros con máscara oscurecida, carcasa de los espejos en negro al igual que los emblemas de la marca y las llantas de aleación de 17 pulgadas con terminación diamantada.
La gran diferencia estará en la motorización: mientras que en el país asiático estrena el motor naftero Ecotec 1.5 turbo, que desarrolla 184 CV y 25,4 kgm de torque, asociado a una caja automática de 6 velocidades, aquí conservaría el conocido propulsor Ecotec 1.2 turbo de 3 cilindros, que entrega 132 CV y se acopla a la caja automática de 6 marchas. La decisión de mantener el mismo motor responde a una cuestión de costos y a que en nuestra región las siglas RS sólo se utilizan en versiones con look deportivo y no con cambios ensu mecánica.
Lo que no está claro es si también incorporará el nuevo tablero que estrenó la Tracker RS en China. Allí recibió una nueva plancha frontal con dos enormes pantallas de 10,25 pulgadas superpuestas –no unidas- entre sí. Una está destinada al instrumental, configurable por el conductor, y la otra al sistema multimedia aunque también muestra múltiples informaciones del vehículo, como la navegación o la presión de inflado de los neumáticos. También fueron rediseñadas las salidas de aire y la consola donde se aloja la selectora. Por un lado, podría mantenerse sin cambios respecto al resto de la gama siguiendo la idea de no encarecer tanto el producto, o bien podría ser la puerta de entrada a la primera actualización importante de la segunda generación del B-SUV. A modo de referencia, días atrás General Motors brindó un nuevo adelanto de la Montana en el que indicaba que la pick up contará con un avanzado sistema de conectividad con un centro multimedia que ampliará el cuadro de instrumentos, estimamos, refiriéndose a equipar dos pantallas complementarias entre sí.
Por el momento, desde la firma estadounidense no confirmaron ni desestimaron este rumor, por lo que seguramente con el correr de los meses tengamos más novedades al respecto.