Rápidamente, luego de su presentación, Nissan ya puso manos a la obra e inició la producción del facelift del Versa en la planta mexicana de Aguascalientes. Así lo confirmó la propia marca japonesa con el objetivo de responder a la demanda de este producto que viene logrando una muy buena aceptación en todo el mercado americano: vale recordar que el complejo industrial abastece a numerosos países, desde Estados Unidos hasta Argentina, fabricando también el Kicks –para América del Norte- y el restyling del March que se comercializa en México.
Estéticamente, los principales cambios se aprecian en el sector frontal, con la incorporación de una suerte de marco que hace resaltar más a la parrilla, con un fondo de color negro brillante y barras cromadas que buscan asemejarlo al Ariya, más el renovado logo de la compañía. En el caso de la versión SR, los faros lucen además una máscara oscurecida.
De perfil las diferencias son muy sutiles y sólo se limitan al diseño de las llantas de aleación –con terminación diamantada y un estilo inspirado en el Ariya-, al igual que en el sector posterior, donde los faros recibieron también una máscara negra y un pequeño aplique en el paragolpes que simula un difusor.
Puertas adentro, hay algunos cambios en la configuración de equipamiento, aunque corresponde a las versiones comercializadas en América del Norte: la versión de entrada suma una pantalla táctil de 7” para el sistema multimedia (sin conectividad Android Auto o Apple CarPlay), mientras que a partir de la intermedia o la SR tope de gama ya pasa a un display de 8”, con conectividad y varias funciones a través de internet. También agrega cargador inalámbrico y revestimientos bitono con un nuevo color denominado Chambray.
Por supuesto, las versiones más equipadas mantienen el completo listado de seguridad, que incluye asistencias a la conducción como control de velocidad crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia con detección de peatones, alerta de cambio involuntario de carril, alerta de punto ciego y de tráfico cruzado trasero o encendido automático de luces altas.
Tal como señalamos anteriormente, no hubo modificaciones en su mecánica, manteniendo el conocido motor naftero 1.6 de 120 CV, disponible con una caja manual de 5 marchas o la transmisión automática xTronic CVT.
El inicio de su producción es una buena señal para nuestra país, ya que si bien desde la marca aún no anunciaron una fecha precisa de arribo, es esperable que esto ocurra en los próximos meses, posiblemente durante el primer semestre del año que viene, dado que por el momento la firma nipona está enfocada en sus actividades de verano y en continuar promocionando la renovada Frontier producida en la planta de Santa Isabel.