A menos de un mes de haber sido presentada a nivel global, la quinta generación de la CR-V ya está en nuestra región: una unidad fue fotografiada circulando por las calles de Brasil, que será uno de los primeros países de América del Sur en recibirla el año que viene.
Como suele suceder en estos casos, el vehículo estaba completamente camuflado, pero no resulta difícil distinguirla, más aún cuando a mediados de julio fue develado su diseño y características por completo. Sin dudas, lo primero que llama la atención son sus dimensiones, la CR-V fue aumentando de tamaño en cada generación lo que deja a esta quinta edición en las puertas del segmento D: mide 4,69 metros de largo (+6,8 cm), 1,86 metros de ancho (+1 cm), mantiene la altura de 1,69 metros y posee una distancia entre ejes de 2,70 metros (+4 cm).
Estéticamente, su diseño resulta prácticamente idéntico al de las unidades fotografiadas en China: adiós a las líneas redondeadas y formas bastante llamativas que caracterizaron a las últimas generaciones: la nueva edición del C-SUV apuesta por un estilo mucho más sobrio, con un porte bastante mayor y una versión de 7 plazas.
En el sector frontal se destaca la parrilla de considerable tamaño y formato hexagonal, con un marco cromado –o de color negro, según la versión- que se une a los faros de Led. Por debajo, el paragolpes cuenta con una ancha toma de aire junto con otras dos en los extremos. En ese punto, las variantes más equipadas disponen de numerosos detalles en negro y la grilla inferior tipo panal de abejas junto con dos tomas de aire adicionales con marco cromado. De perfil, la nueva CR-V se caracteriza por formas más rectangulares, una línea de cintura bastante alta y hombros más marcados, con superficies limpias. Estos detalles, sumado a los faros traseros de formato vertical, le dan cierto aire a una Volvo XC60. Como en todo Sport Utility, no faltan las protecciones plásticas en los bajos de la carrocería y pasarruedas.
Puertas adentro, el tablero es muy similar al del Civic, especialmente en lo que respecta a las salidas de aire y volante, también en los comandos del climatizador y la pantalla del sistema multimedia, tipo tablet flotante de 7 a 9”. Las formas más angulosas fueron dejadas de lado por una apariencia más limpia y sobria, tal como en el Civic. Las diferencias aparecen en la parte baja de la consola central, que en lugar de dos posavasos posee una serie de teclas y la selectora, en este caso ubicada más hacia la derecha.
Mecánicamente, se ofrecerán dos alternativas: las versiones EX y EX-L mantienen el conocido motor naftero 1.5 i-VTEC turbo de 190 CV y 24,7 kgm de torque asociado a una caja automática CVT –tanto el propulsor como la transmisión recibieron una actualización para ofrecer un mayor rendimiento y eficiencia-, mientras que las variantes Sport y Touring contarán con el sistema híbrida e:HEV, compuesto por un motor naftero 2.0 i-VTEC asociado a dos propulsores eléctricos que entregan una potencia combinada de 207 CV y un torque de 34,1 kgm. La transmisión también es CVT y la tracción, integral. Esta última sería la opción que llegará a nuestra región el año que viene: su lanzamiento en Brasil ya está confirmado para 2023 y si bien la filial local aún no realizó ningún anuncio al respecto, se espera que también arribe a nuestro país el próximo año.