Volkswagen empieza a reactivar sus proyectos para la región luego de algunos inconvenientes con la producción debido a la crisis de semiconductores que obligó a suspender la fabricación de sus productos en varias plantas en Brasil. Uno de los más esperados es el restyling del Polo y de su derivado sedán, el Virtus, cuyas unidades de prueba comenzaron a circular por las calles y rutas del país vecino.
Con un espeso camuflaje que cubría toda su carrocería, el Polo fue visto en una de las principales rutas de Sao Paulo en cercanías de la planta de Sao Bernardo do Campo –una de las más afectadas por la falta de componentes y donde justamente se producen ambos vehículos-, escenario donde también fue fotografiado el Virtus. A pesar del ploteo, no resulta muy difícil dilucidar dónde se aplicarán las modificaciones y es que tomará como base el modelo europeo.
Se espera que incorpore nuevos faros con proyectores de Led –según la versión- y una nueva firma luminosa. Su formato cambia levemente, invadiendo parte del paragolpes. La parrilla será más fina y en el modelo del Viejo Continente, cuenta con un aplique de color carrocería en su parte superior y la continuación de las DRL que se extienden hasta el logo de la marca. No está confirmado si este detalle se mantendrá en la versión regional. El paragolpes posee una toma de aire más ancha y dos más en los extremos que sirven como marco para las luces antiniebla. Por último, el capot luce nervaduras más marcadas. Con esta actualización, se buscó darle un aire de familia y acercarlo a la imagen del Golf VIII.
De perfil, la única modificación será el diseño de las llantas de aleación –diferentes para cada versión-, mientras que en la parte trasera, según señalan medios de prensa brasileños, se mantendrá sin cambios. En este sector se diferenciará del modelo europeo ya que el hatchback producido en España sí incorporó nuevos faros y paragolpes.
En el caso del Virtus, a diferencia de India donde el sedán adquirió una imagen claramente diferenciada del hatchback asemejándolo más al Vento, en nuestra región sí mantendría un estilo prácticamente idéntico al bicuerpo, por lo que se le aplicarían los mismos cambios.
Puertas adentro, ambos productos lucirán unas pocas modificaciones, ya que parte ellas ya las incluye el MY2022, como el nuevo volante de la marca junto con el sistema multimedia VW Play y los nuevos comandos del climatizador, ahora operable a través de un panel táctil en lugar de las más intuitivas perillas y botones. De acuerdo a nuestros colegas, debería sumar plásticos y revestimientos soft-touch, algo que siempre le reclamamos al Polo/Virtus. En el Viejo Continente agregó el paquete de asistencias IQ.Drive, con control de velocidad crucero adaptativo y alerta de cambio de carril involuntario, que permite una conducción semi-autónoma hasta los 210 km/h. Si bien probablemente en nuestra región estos sistemas no sean tan avanzados, es esperable que sume algunas asistencias a la conducción.
Mecánicamente, la gama pasaría a estar compuesta únicamente por motores 1.0 MPI (exclusivo para Brasil) y los TSI 1.0 y 1.4, aunque cabe aclarar que en el país vecino, el hatchback nunca se comercializó con el 1.6 MSI con el que llega a Argentina. Entonces, como novedad para Argentina, pasaría a ofrecer el 1.0 TSI –posiblemente en su configuración de 116 CV- con la caja automática Tiptronic de 6 velocidades. Por supuesto, el 1.4 TSI de 150 CV quedará reservado para la versión deportiva GTS. El viejo 1.6 MSI sólo sería utilizado por el Polo Track, que se convertirá en el modelo más accesible de la marca.
La presentación del Polo y Virtus 2023 se daría a principios del año que viene, justamente luego de la llegada del mencionado Polo Track.