Para seguir siendo referente en el segmento de larga distancia y precisamente en un momento en el que el rubro comienza a mostrar signos de recuperación luego de ser uno de los más golpeados por la pandemia de coronavirus, Mercedes-Benz anunció novedades en el equipamiento de seguridad de sus buses: a partir de ahora estarán disponibles como opcional una serie de asistencias a la conducción que se suman al control de estabilidad (ESP) y frenos con ABS/EBS.
De acuerdo al comunicado oficial, la marca incorporará el sistema de frenado de emergencia, que mediante un radar identifica los obstáculos en el camino o una situación de riesgo, frenando automáticamente el vehículo para evitar accidentes; el alerta de cambio involuntario de carril, que genera una alarma sonora y visual advirtiendo al conductor si se sale de la demarcación del camino de forma no intencional; el control de velocidad crucero adaptativo, que mantiene una distancia segura con el vehículo que va adelante, regulando la velocidad de acuerdo a los límites pre-establecidos por el conductor; y el asistente de arranque en pendientes, que mantiene detenida la unidad en cualquier tipo de pendiente hasta que el conductor presione el acelerador, evitando que avance involuntariamente.
Al respecto, Sebastían Gysin, Director de Ventas y Marketing de Mercedes-Benz Buses, destacó: “La seguridad, como máxima prioridad, es un atributo mundial de los vehículos Mercedes-Benz. Los buses de la marca están en sintonía con los sistemas de Europa, donde se combinan sistemas inteligentes de frenado y seguridad para un transporte más seguro y eficiente”.
En ese sentido, la marca acaba de entregar una unidad a la empresa Marga Taqsa de Santa Cruz equipada con estos sistemas. En este caso se trata de un chasis O500 RSD con un largo total de 15 metros y un tercer eje direccional que mejora el radio de giro. Los asistentes de conducción estarán disponibles tanto para buses de piso elevado como para los de doble piso.