Quienes vivimos en los 90, todavía recordamos las pick ups de Isuzu, todo un ícono entre las camionetas medianas japonesas al igual que la Toyota Hilux. Durante muchos años lograron muy buenas cifras de ventas y un enorme reconocimiento gracias a su confiabilidad, durabilidad y gran confort para la época. La salida de la marca del país hizo que perdieran esa porción de mercado y, debido a las trabas a las importaciones e impuestos, aún es muy difícil recuperarla y sus patentamientos son casi testimoniales, de hecho, la actual generación de la D-Max todavía no fue presentada en el país. Sin embargo, ya recibió su primer facelift.
Así como su antecesora fue desarrollada junto a General Motors y era muy similar a la S-10, la actual generación de la D-Max fue creada junto con Mazda, por lo que se trata de un producto completamente diferente al que conocemos en el país. Su presentación tuvo lugar hace ya tres años y mientras en Argentina seguimos esperándola, en Asia acaba de estrenar una importante actualización.
A nivel estético, se destaca el nuevo diseño interno de los faros, con tecnología Led, también incorporó una suerte de máscara de color negro que envuelve la parrilla, la toma de aire central y las de los extremos del paragolpes, otorgándole una imagen mucho más agresiva. En la nueva versión V-Cross, estos detalles se complementan con los pasarruedas con protecciones en plástico negro y las llantas de aleación de 18 pulgadas pintadas en color negro mate. Por último, en la parte trasera también se rediseñó el layout interno de los faros.
Puertas adentro, la D-Max se ve mucho más refinada, con revestimientos bitono que combinan cuero de color negro y marrón, así como apliques cromados y piano Black. La novedad es el instrumental 100% digital que reemplaza al tablero analógico, con un display de 7 pulgadas que a la vez se complementa con la pantalla táctil de 9 pulgadas del sistema multimedia. Los revestimientos son nuevos y de mejor calidad.
Mención aparte para las mejoras en seguridad: de serie ahora dispone de cámara frontal con detección de peatones, frenado autónomo de emergencia delantero y trasero, control de velocidad crucero adaptativo, cámara de retroceso con función calefactable y control de tracción con bloqueo de diferencial trasero, entre otros ítems.
No hubo modificaciones a nivel mecánico, manteniendo las dos opciones turbodiesel: un pequeño 1.9 de 150 CV, con tracción 4×2 y 4×4, caja manual de 6 marchas o automática de 6 velocidades, o el 3.0 de 190 CV, caja automática de 6 marchas y tracción 4×4 como tope de gama.
Más allá de que lamentablemente en nuestro país no llegan a comercializarse más de 100 unidades de la pick up, en otros mercados es todo un éxito: a modo de referencia, el año pasado fueron vendidas más de 340.000 Isuzu D-Max, siendo Tailandia su principal mercado, donde patentó más de 180.000 unidades. Y la firma nipona ya piensa en su futuro: está trabajando en el desarrollo de una camioneta 100% eléctricas, con paquetes de batería de 20 kWh ofreciendo al cliente la posibilidad de configurarla de acuerdo a sus necesidades, admitiendo más autonomía o mayor capacidad de carga.
Gran pickup!!! Grave error de GM,no haberla fabricado en nuestro país.Como hizo Renault con la Frontier,hoy un éxito de ventas,mientras Isuzu no aparece en las estadísticas.