El Sport Leicht, o simplemente SL, es uno de los productos y sagas más representativas para Mercedes-Benz, un legado que deriva directamente del icónico Alas de Gaviota y que siempre se mantuvo como referente en deportividad y refinamiento. Su nueva generación dio un paso más allá y está estrechamente ligada a la división AMG que se encargó de su desarrollo y ahora la filial italiana de la marca decidió darle un toque extra de exclusividad con la serie especial Tribute Edition.
Aunque ya es uno de los productos más caros de la firma de Stuttgart, prácticamente un capricho para pocos, el SL55 Tribute Edition es aún más personal ya que está configurado con una combinación única de la mano de Mercedes-Benz Manufaktur. Sólo 55 unidades serán construidas y se podrán adquirir en dos configuraciones: carrocería color Plata High-Tech Magno con interior revestido en cuero nappa Azul Marino; o carrocería Azul Costa Azzurra y revestimientos interiores en rojo. Estas combinaciones no fueron elegidas al azar sino que hacen referencia a las de los primeros SL.
El resto de sus características son similares a SL estándar. Estéticamente, se nota claramente su enfoque más deportivo. Luce la tradicional parrilla Panamericana –propia de AMG- con barras verticales cromadas, faros más rasgados y enormes tomas y canalizadores de aire. Sus líneas son más fluidas que en otros vehículos de la firma de Stuttgart, con superficies limpias y sin detalles sobrecargados. De perfil se destacan las grandes llantas de aleación y, en el caso de ir cubierto, su elegante capota de lona, dejando de lado el techo rígido de sus antecesores. El remate posterior es bastante similar al del CLS, con faros finos que continúan el diseño de la parte trasera y las cuatro salidas de escape.
Puertas adentro, se destaca la enorme pantalla flotante del sistema multimedia MBUX heredada directamente del Clase S, pero que agrega una funcionalidad más: teniendo en cuenta que se trata de un descapotable y los rayos del sol muchas veces impiden su correcta visualización, posee unas guías que permiten inclinarla varios grados acercándola o alejándola del tablero. En ese mismo sentido, el instrumental, también 100% digital, a cargo de un display de 12,3” está más embutido sobre la visera que o cubre, facilitando su visión. Como era de esperarse, equipa un avanzado sistema de reconocimiento de voz con inteligencia artificial y un sinfín de funciones de conectividad tanto con el usuario como con servicios de internet. También toma del Clase S el nuevo volante con rayos dobles y centro redondeado al que agrega dos botones que actúan como selectores de modos de conducción.
El diseño del habitáculo combina la deportividad típica de un vehículo de AMG con la elegancia de la gama más alta de Mercedes-Benz. Deja de lado los trazos más rectos de la generación actual por líneas más redondeadas y fluidas junto con las salidas de aire circulares tipo turbina de avión con un llamativo sistema de iluminación ambiental personalizable. Como detalles de refinamiento, los revestimientos son de cuero nappa microperforados, cuenta con el escudo de Affalterbach bordado en los apoyacabezas y un equipo de sonido Premium Burmeister.
Otra característica destacable es que el SL vuelve a la clásica configuración 2+2 que había abandonado en 1989, prometiendo un mayor espacio para los pasajeros traseros, siempre teniendo en cuenta las limitaciones de un roadster de este tipo.
Desarrollado sobre una nueva plataforma exclusiva para deportivos denominada MSA y derivada de la MRA 2 del AMG GT, el SL55 Tribute Edition está impulsado por un V8 4.0 biturbo que desarrolla 476 CV y 700 Nm de torque, que puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y alcanzar los 295 km/h. Por su parte, la transmisión es automática de doble embrague y 9 velocidades y el sistema de tracción es integral 4Matic. Al igual que el nuevo Clase S cuenta además con eje trasero direccional y barras estabilizadoras activas. Su precio en Italia aún no fue informado pero se espera que supere holgadamente los 200.000 euros.