MINI es uno de los pilares de BMW Group y desde que la firma de Munich adquirió a su par británica, ambas compañías se complementan entre sí pero manteniendo cada una su propia impronta. La nueva era de la firma de Oxford con una gama planteada como una reinterpretación moderna de sus clásicos de la década del 60 y 70 es un éxito, aunque hay productos que si bien tuvieron o tienen un buen nivel de ventas, no se justifica su continuidad, más aún cuando la prioridad para la marca ahora es la electrificación. Ese es el caso del Clubman, la variante rural o familial del MINI hatch que se despide del mercado con la serie especial Final Edition.
Su propuesta siempre fue original, la primera generación del Clubman contaba con las puertas traseras de apertura inversa y la tapa del baúl dividida en dos, por lo que se accedía a él como en un utilitario. La idea no terminó de gustar y la segunda generación pasó a utilizar puertas traseras de apertura convencional, manteniendo el portón trasero basculante, aún así y a pesar de mantener las mismas virtudes del hatchback con el agregado de una mayor habitabilidad y versatilidad, las ventas no despegaron por lo que la marca decidió discontinuarlo con esta serie especial de 1.969 unidades, en referencia al año de presentación del modelo original.
Estéticamente, como era de esperarse, suma detalles exclusivos como los apliques en color cobre en la parrilla, los aros y rayos de las llantas y las franjas que se extienden sobre el capot y los laterales. También incluye un logo ubicado en el pilar B con el número de unidad y sólo estará disponible en tres colores: Blanco Nanuq, Negro Enigmatic y Plata Melting.
Puertas adentro también se destaca por su personalización específica con emblemas Final Edition en los umbrales de las puertas y el volante, butacas deportivas tapizadas en cuero de color marrón con costuras azules y una placa con el número de unidad al costado de la pantalla táctil de 8,8” del sistema multimedia.
Mecánicamente, mantiene las motorizaciones nafteras ya conocidas en el hatchback: el propulsor TwinPower Turbo 1.5 de 136 CV para la versión Cooper y el TwinPower Turbo de 2.0 litros y 178 CV para la versión Cooper S, ambas asociadas a una caja automática de 7 velocidades. Su lanzamiento en Europa se concretará en junio y por el momento no está previsto su arribo a nuestro país.