A menudo, cuando se trata de mantener los vehículos en perfecto estado de funcionamiento, encontramos – sobre todo en Internet – una serie de mitos y conceptos erróneos sobre cómo tratar a los neumáticos. Uno de los puntos más debatidos es el inflado. Un tema que genera muchas dudas entre los consumidores y que es fundamental cuando se trata de la seguridad del vehículo.
Como explica Roberto Falkenstein, consultor de Tecnologías Innovadoras de Pirelli para América Latina: «es esencial que los conductores comprendan la importancia de colocar la presión de aire adecuada en los neumáticos y, al mismo tiempo, sean conscientes de algunos mitos comunes en torno a este tema.»
Uno de los conceptos erróneos más extendidos sobre el inflado es la idea de que un neumático más inflado ahorra combustible. Si bien es cierto que un neumático con la presión correcta contribuye a una mayor eficiencia, inflar los neumáticos por encima de las especificaciones del fabricante no es la solución. Esto puede provocar problemas de adherencia, desgaste irregular e incluso reducir la seguridad en carretera.
Del mismo modo, la idea de que un neumático más blando ofrece más confort también es errónea. Esto puede crear una conducción más suave en algunas situaciones, pero también puede comprometer la estabilidad del vehículo y aumentar el riesgo de aquaplaning en condiciones de lluvia.
Roberto Falkenstein subraya que: «la clave para un rendimiento óptimo de los neumáticos reside en seguir las recomendaciones del fabricante del vehículo». Esto significa comprobar regularmente la presión y mantenerlos dentro de las especificaciones recomendadas que pueden encontrarse en el manual del propietario o en la etiqueta de la puerta del conductor.
Manteniendo un inflado correcto, los conductores pueden garantizar no sólo un mayor ahorro de combustible y confort, sino, lo que es más importante, una mayor seguridad en las calles y carreteras.
En resumen, el inflado de los neumáticos es una parte esencial del mantenimiento del vehículo, por eso no hay que dejarse llevar por los mitos. Siempre hay que seguir las recomendaciones del fabricante para que sus neumáticos rindan al máximo, garantizando en todo momento la seguridad.
Como concluye Falkenstein, «la seguridad es el aspecto más importante cuando se trata de neumáticos, y no debemos comprometerla en busca de supuestas ventajas que algunos puedan sugerir.»