
Poco a poco, Mitsubishi vuelve a tener presencia en nuestro mercado. Luego de un par de años sin novedades de producto, a fines del año pasado arribó el Outlander, la nueva generación del C-SUV que sobresale por su nivel de confort y tecnología. También se espera la llegada de la nueva generación de la L-200, pero eso no es todo: más pronto que tarde debería arribar el Outlander Sport, en este caso un B-SUV que en algunos mercados se comercializa como X-Force y que acaba de incorporar una versión híbrida en Tailandia, país donde se fabrica.
Por supuesto, lo más novedoso de esta versión es su mecánica: equipa la última evolución del sistema híbrido -autorrecargable- de la firma nipona, reemplazando al anterior que llevaba el nombre e:Motion. En este caso, el tren motriz del Outlander Sport HEV está compuesto por un motor naftero atmosférico de cuatro cilindros en línea y 1.6 litros, capaz de entregar 107 CV y 132 Nm de torque, asociado a un motor eléctrico de 116 CV y 255 Nm, alimentado por una batería de iones de litio. Por el momento, la marca no informó la potencia combinada, sólo explicó que el sistema prioriza el modo eléctrico, encendiendo el propulsor de combustión en mayores exigencias o para recargar la batería. La transmisión corre por cuenta de una caja automática CVT, siempre con tracción delantera.
Para adaptarse a diferentes condiciones de manejo, esta nueva versión híbrida ofrece siete modos de funcionamiento. El modo normal es el que viene activado por defecto, mientras que los otros incluyen prioridad de carga de batería, prioridad de conducción eléctrica, asfalto, ripio/grava, barro y lluvia.
El resto de sus características son similares a las versiones convencionales. El B-SUV mide 4.390 mm de largo, 1.810 mm de ancho y 1.660 mm de alto. Cabe recordar que se trata de un producto 100% Mitsubishi y estrena un nuevo lenguaje de diseño para la firma nipona. Su estética se asemeja claramente al del prototipo X-Force Concept, destacándose la parrilla/toma de aire frontal de formato trapezoidal con el logo ubicado bien en la parte superior y los enormes faros en forma de T, unidos entre sí al contrario de los actuales que suelen estar divididos en dos sectores.
Su figura se caracteriza por los trazos rectos y angulosos, con una línea de cintura alta, musculosos pasarruedas para transmitir una sensación de mayor robustez y llantas de aleación de 5 rayos con terminación diamantada. Mención aparte para su despeje al suelo, de 22 centímetros, siendo el mayor de su categoría y lo que sin dudas repercutirá en su comportamiento fuera del asfalto.
Puertas adentro también sobresale por su renovado estilo, con un diseño más tridimensional, revestimientos bi-tono y en el que se destaca la tecnología, con un nuevo diseño del volante y dos enormes pantallas unidas entre sí por un marco de formato trapezoidal, con un display para el instrumental y otro para el sistema multimedia. Por debajo se ubican las salidas de aire, los mandos del climatizador y una serie de teclas tipo piano, mucho más intuitivas que los comandos táctiles.
El B-SUV cuenta con un nivel de equipamiento muy completo, con climatizador bizona, cargador inalámbrico, equipo de audio Yamaha, cámara de retroceso, 6 airbags, control de tracción, control de estabilidad e incluirá además control de velocidad crucero adaptativo, alerta de punto ciego, alerta de colisión frontal, frenado autónomo de emergencia y luces altas automáticas, entre otros ítems.
Ya a la venta en varios países de América Latina en las versiones convencionales, se espera que más adelante también se sume esta variante híbrida y, aguardamos, también a corto plazo su lanzamiento en nuestro país para ampliar el portfolio de la marca japonesa, ahora representada por el Grupo CarOne.