Nissan celebró el arranque de producción del SUV Nissan Kicks en Brasil

Diariamente, en el Complejo Industrial de Nissan en Resende, en Río de Janeiro, los AGVs (Automatic Guided Vehicles) —pequeños robots de guiado automático que conducen diferentes carros de autopartes y plataformas— se pasean por los pasillos y hacen sonar una selección de hasta ocho temas musicales.

El Nissan Kicks, un éxito en Brasil, llegaba a ese país importado de México. Para extender su producción a Resende, Nissan realizó una inversión de R$ 750 millones (USD$242 millones), instalando nuevos equipos en la línea de producción y entrenado a más de 700 empleados específicamente dedicados al nuevo vehículo para asegurar un alto estándar de calidad japonés. El enfoque de esta capacitación estuvo en la tecnología de punta y en la amplia gama de sistemas de seguridad que compone el concepto de la Movilidad Inteligente de Nissan. Los especialistas de la fábrica de Resende han sido entrenados para realizar una perfecta instalación de los equipos como cámara de 360º conectada al monitor en el tablero, el Detector de Objetos en Movimiento, el Control Dinámico de Chasis, el Control Dinámico en Curvas, el Estabilizador Activo de la Carrocería y el Control Dinámico del Freno de Motor.

Algunos especialistas fueron entrenados en el Global Pilot Line, centro piloto de las líneas de producción de Nissan, en la planta de Oppama en Yokosuka, Japón, y también en la planta de Aguascalientes, en México, actual productor del Nissan Kicks. El entrenamiento recibido fuera del país ha permitido a los empleados absorber todo el conocimiento del montaje y de los procesos de manufactura, garantizando una perfecta ejecución de las actividades en Resende.

El Complejo Industrial de Nissan en Resende recibió más de 150 nuevos equipos y estableció innovadores procesos para las líneas de producción e inspección de calidad, específicamente para el Nissan Kicks brasileño. Estas implementaciones aseguran un proceso de ensamble de máxima calidad que va desde el montaje preciso y seguro de la tapa del baúl y de los hacks del techo fluctuante hasta la

calibración de sistemas de tecnología avanzada, como las cámaras 360º del Around View Monitor, una tecnología que le brinda al conductor una visión de 360º auxiliada por cuatro cámaras, un sensor de estacionamiento sonoro y luces en el tablero.

Por otro lado, con respecto a la pintura, han sido creados nuevos métodos de enmascarado para las necesidades específicas del crossover compacto. Esto permitirá que las versiones del Nissan Kicks tengan la opción de incluir un techo fluctuante de un color diferente del resto de la carrocería, llamado «2-tone«, un diferencial del modelo que ha conquistado a los consumidores brasileños. El proceso de pintura cuenta con un sistema automatizado sustentable e innovador «3 wet», el cual permite que el proceso sea más corto y reduce el consumo de energía. Los robots utilizan cartuchos para la pintura —con base de agua— y eso reduce la pérdida de tinta y solventes, reduce la emisión de compuestos orgánicos volátiles (VOCs) e incrementa la sustentabilidad de la operación. A lo largo de todo el proceso, se utilizan 10 robots de alta tecnología y también operadores especializados en pintura.

Todas las innovaciones se suman a los equipos avanzados y procesos adoptados con los que ya cuenta el Complejo Industrial de Nissan en Resende, que inició operaciones en abril de 2014. De este modo, el concierto de celebración dentro de la línea de producción también marca el comienzo de los festejos por el tercer aniversario de la planta. Actualmente, la unidad industrial cuenta con cerca de 1.800 empleados y produce los modelos Nissan March, Nissan Versa y, desde hoy, el Nissan Kicks, además de los motores 1.0, 12V y 1.6 16V. Los vehículos se comercializan en el mercado brasileño y, desde 2016, también se exportan a otros países de Latinoamérica.