La Murano es desde hace varios años la nave insignia entre los SUV’s de Nissan –sin contar con el todoterreno de lujo, Patrol- y al igual que el resto de la gama de la firma nipona, también se renovó: la marca presentó la cuarta generación en Estados Unidos, uno de sus principales mercados, por lo que fue creada justamente al gusto norteamericano.
Lo primero que llama la atención es su evolución en diseño. Sin llegar a ser disruptivo, se nota claramente el nuevo estilo de la marca japonesa, que debutó en el Kicks y a la vez también está inspirado en el Ariya. Se destaca el sector frontal, dividido en dos, en este caso con los faros principales ubicados en la parte superior y las luces de circulación diurna integradas a la parrilla/toma de aire central, de formato trapezoidal. Con líneas más fluidas, sólo interrumpidas por la musculatura de los pasarruedas, luce moderna y dinámica, con una caída bastante pronunciada hacia el pilar C que da forma al remate posterior, con faros que se extienden a lo ancho del portón.
Puertas adentro también da un salto notable en todo sentido: calidad de materiales, diseño y tecnología. El tablero tiene formas más tridimensionales y horizontales, con dos enormes pantallas unidas entre sí, una para el instrumental y otra para el sistema multimedia. Un escalón más abajo se ubican las salidas de aire, seguidas de los mandos para el climatizador, sobre un panel táctil. El volante también es de nuevo diseño y de sólo dos rayos, con el centro plano. Se nota claramente una evolución en la calidad de materiales y terminaciones, que realza aún más con los revestimientos bitono.
Como todo nuevo producto de Nissan, posee el paquete de sistemas de asistencias Safety Shield 360, incluyendo frenado autónomo de emergencia, control de velocidad crucero adaptativo, sistema de mantenimiento de carril, alerta de cambio de carril involuntario, entre otros ítems, así como también el sistema de cámaras 3D Around View Monitor.
Mecánicamente, deja de lado el motor V6 o propulsores de gran cilindrada por un nuevo 2.0 turbo de 4 cilindros en línea con la exclusiva tecnología de compresión variable, que desarrolla 241 CV y 353 Nm de torque, acoplado a una caja automática de 9 velocidades, con opción secuencial y levas al volante. Está disponible tanto con tracción delantera como con tracción integral. Curiosamente, por el momento no fueron anunciadas versiones electrificadas.
Producida en la planta de Smyrna (Tennessee, Estados Unidos), su llegada a los concesionarios norteamericanos está prevista para principios de 2025. Por el momento, no se sabe si llegará a nuestro país. Considerando que anteriormente sí se comercializaba, podría tener alguna chance de regresar.