Siguiendo con la múltiple presentación llevada a cabo el martes por la noche en un masivo evento en La Rural, Chevrolet lanzó el esperado restyling de la S-10, su pick up mediana que recibió una importante actualización estética, tecnológica y mecánica para ponerse a la par de sus rivales en el segmento. Las primeras versiones ya están disponibles en la red oficial de concesionarios, mientras que en los próximos meses se sumará el resto de la gama.
Al respecto, Raúl Mier, Director Comercial de General Motors Argentina, afirmó: “El segmento de las pick ups es uno de los de mayor volumen del mercado argentino y, sin duda, uno de los más competitivos. Por esto, la nueva S-10 llega con nuevas configuraciones para posicionarse como uno de los modelos más innovadores de la categoría en cuanto a confort, tecnología, seguridad y performance. La nueva S-10 no sólo llega más potente y confortable, sino que también suma una nueva garantía de 5 años o 150.000 kilómetros para brindar el respaldo que nuestros clientes esperan”.
Estas son sus características principales:
Lo nuevo:
Es el restyling de la S-10, presentado el año pasado en Brasil, con un profundo rediseño en el sector frontal y sobre todo en el interior, incorporando más tecnología y mejoras en calidad de materiales y terminaciones.
La pick up adoptó un estilo inspirado en la Colorado norteamericana pero manteniendo su propia impronta, en este caso con los faros principales más finos y alargados, con una firma luminosa de Led en la parte superior, la reincorporación de proyectores y las luces antiniebla ubicadas por debajo, separadas por un importante marco cromado que divide a la parrilla en dos, que también luce un nuevo entramado. Este marco varía sus terminaciones de acuerdo a la versión, siendo cromado en la variante High Country. El paragolpes también fue reformulado por completo, luciendo más robusto y con un mejor ángulo de ataque. También, en la High Country agrega una suerte de defensa cromada en la parte central, terminación presente además en la carcasa de los espejos.
De perfil no hay muchas novedades ya que para reducir costos la compañía decidió mantener el estampado de la carrocería, chasis y otros componentes, tal como sucedió con la Spin. Sólo incorporó nuevas llantas de aleación y una rediseñada barra de caja, mientras que en la parte trasera se renovó el diseño interno de los faros y la tapa ahora luce el nombre Chevrolet estampado sobre la chapa.
Donde sí da un gran salto es en el interior, justamente el punto más crítico de la serie actual: el tablero se renovó por completo y ahora se ve muy similar al de su par norteamericana. Cuenta con dos pantallas unidas entre sí, una para el instrumental y otra para el sistema multimedia MyLink, por debajo se ubican las salidas de aire centrales y los mandos del climatizador. También recibió un nuevo volante y en el caso de la High Country, las terminaciones y revestimientos bitono realzan aún más su imagen.
Versiones:
Inicialmente estará disponible en tres versiones, pero luego se incorporarán más configuraciones, especialmente entre las variantes WT.
Equipamiento de confort (destacado):
La versión WT cuenta con aire acondicionado, instrumental digital y sistema multimedia MyLink con pantalla táctil de 11” compatible con Android Auto y Apple CarPlay, butaca del conductor regulable en 6 posiciones, control de velocidad crucero, volante multifunción, tapizado de tela y columna de dirección regulable en altura y profundidad.
Las versiones LTZ y High Country agregan arranque remoto, asiento del conductor con regulación eléctrica, tapizado de cuero, climatizador automático, sensor de lluvia, luces altas automáticas, portón trasero con cerradura eléctrica y sistema de alivio de peso.
Equipamiento de seguridad:
Toda la gama cuenta con airbags frontales, laterales y de cortina, frenos con ABS/EBD/BA, control de tracción, control de estabilidad, asistente al arranque/descenso de pendientes, control de balanceo de trailer, indicador de cinturones de seguridad desabrochados, sensor de presión de los neumáticos y anclajes Isofix.
La LTZ suma asistente de frenado, sensores de estacionamiento delanteros y traseros y alerta de cambio de carril involuntario. Por último, la High Country agrega alerta de tráfico cruzado trasero y alerta de punto ciego.
Mecánica:
Mantiene el conocido motor turbodiesel Duramax 2.8, pero incorporó una nueva central electrónica con Inteligencia Artificial, lo que se traduce en una mayor eficiencia y rendimiento. Ahora entrega 207 CV y 510 Nm de torque, acoplado a una nueva transmisión automática con convertidor de par de 8 velocidades, tomada de la Colorado norteamericana pero calibrada para nuestra región (también seguirá disponible la caja manual de 6 marchas para la versión WT). De acuerdo a la compañía, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 9,4 segundos –un segundo menos que la serie anterior- y el consumo promedio se reduce hasta en un 13%.
Adicionalmente, se recalibró la suspensión, recibió nuevos amortiguadores, trochas levemente más anchas y nuevos neumáticos.
Precios y garantía:
- Chevrolet S-10 WT (Work Truck) 4×2 MT: $36.949.900
- Chevrolet S-10 LTZ 4×4 AT: $58.548.900
- Chevrolet S-10 High Country 4×4 AT: $62.074.900
- Garantía de 5 años o 150.000 kilómetros.