Llegó el día. Luego de años de rumores, desarrollo y pruebas –con fotos espía incluidas-, General Motors se animó a realizar un cambio radical en la octava generación de su deportivo: el nuevo Chevrolet Corvette dejó de lado la tradicional configuración de motor delantero para pasar a ubicar el propulsor en posición central-trasera. Eso sí, manteniendo un icónico V8 atmosférico bajo el capot.
La decisión fue difícil, tanto por un tema de costos como por tradición, pero resultaba clave para las intenciones de la marca de rivalizar con otros superdeportivos europeos de la talla de Ferrari, Lamborghini o McLaren. La idea no es nueva, desde hace varias generaciones se hablaba de este cambio pero nunca se había concretado hasta ahora.
La reubicación del motor hizo que el diseño también se modificara de manera notable: su estilo e incluso el color rojo de la unidad utilizada para las fotos de prensa recuerdan inevitablemente a los productos de il cavallino rampante, pero basta una mirada más detallada para encontrar las diferencias y detalles particulares.
Según los diseñadores de GM, el estilo del Corvette C8 está inspirado en los cazas de combate F35, lo que se ve reflejado en esos trazos tan marcados y líneas afiladas presentes en toda la carrocería, así como las grandes tomas laterales de refrigeración del motor. Para encontrar alguna referencia a sus antecesores, hay que buscar en el sector frontal –el paragolpes y los faros tienen cierto aire a los del C6 y C7- o en el posterior, con los tradicionales faros dobles que desde su antecesor dejaron la forma oval para pasar a ser rectos.
El resultado final está muy bien logrado y combina una figura emparentada con los deportivos europeos, pero con el infaltable músculo americano, representado por los trazos rectos y cuadrados. Otro detalle que se mantiene es el techo duro desmontable tipo targa.
Puertas adentro, el C8 también representa un antes y un después: su diseño es mucho más moderno y hasta futurista, a la vez que promete una mejora en la calidad de materiales y terminación, uno de los puntos criticables de sus antecesores. Se observan más superficies revestidas junto con apliques de aluminio cepillado, pero sin dudas el protagonismo se lo llevan las pantallas digitales: una para el instrumental, configurable por el conductor con mucha información sobre los diversos parámetros del vehículo; y otra para el sistema multimedia, tipo tablet flotante. También se rediseñaron por completo otros mandos y la selectora. Llama la atención la columna que se extiende desde el tablero hacia la consola, dividiendo el área del conductor y del acompañante, con múltiples botones. Mención aparte para el volante, de dos rayos y formato cuadrado, con la base y la parte superior achatada y las levas de cambio ubicadas por detrás.
Mecánicamente, el Corvette es fiel a sus orígenes: por ahora nada de electrificación, un V8 puro y bruto, de gran cilindrada y par. Bajo el código LT2, este big-block cuenta con 6.2 litros de cilindrada y desarrolla 495 CV a 6.450 rpm y un torque de 637 Nm a 5.150 rpm. Eso sí, a partir de ahora sólo se ofrecerá con caja automática, una nueva transmisión Tremec de doble embrague y 8 velocidades, con diferencial controlado electrónicamente y tracción trasera. Hasta el momento no hay mayores precisiones sobre sus prestaciones: Chevrolet promete una aceleración de 0 a 96 km/h en menos de 3 segundos. Para más adelante está prevista la llegada de versiones mucho más potentes, que podrían superar los 600 CV.
Adicionalmente, el C8 puede contar con amortiguación magnetoreológica como opcional, así como con frenos de alto rendimiento provistos por Brembo con discos de 345 mm adelante y 350 mm atrás.
Otra característica que se mantendrá es su condición de deportivo “accesible”, con precios en Estados Unidos y Europa, que rondarían los U$S 60.000, un valor considerablemente menor al de cualquier Ferrari o Porsche con el mismo nivel de prestaciones.
Su lanzamiento está previsto para los próximos meses en el mercado norteamericano y luego arribará al mercado europeo. Su regreso a nuestro mercado –vale recordar que a mediados de la década del 2000 se vendió durante algún tiempo el Z06- es aún una incógnita.
Excelente cambio … Varios detalles … Lo 1º en este tipo de vehículos el «Bajo el capot» no va mas, sería «bajo el baúl» … Al mandar el motor para atrás se consiguen varias mejoras, la principal es que se puede mejorar la aerodinámica debido a que la trompa queda libre del motor y caja, otra mejora es que posiblemente se balanceó el peso, no creo que se haya concentrado atrás … Ahora falta ver como evolucionan esta nueva versión, a mi gusto excelente … La única duda que tengo es el espacio interior, buena distancia entre las 2 personas, pero quizás podrían estar c/u de las misma en un hueco medio justo, ya que el motor en el centro-atrás ocupa bastante espacio.
Esta lindo el Corvette pero se parece mucho a un Ferrari.