En un contexto en el que los vehículos más vendidos son de origen nacional como el Fiat Cronos y el Peugeot 208, esto se acentúa aún más en el segmento de utilitarios, donde las pick ups argentinas ya dominaban el mercado desde hace décadas. En ese sentido, también desde hace décadas hay una reina indiscutida… hasta ahora: la Toyota Hilux, que año tras año siempre se impuso en su segmento y llegó a ser el vehículo más vendido en el ranking general. Sin embargo, su reinado está siendo amenazado por una rival que ya tiene varios años encima, la Volkswagen Amarok, que desde hace tres meses consecutivos pasó a estar al frente de los patentamientos en su categoría.
Repasemos las cifras: según los informes mensuales de ACARA, en septiembre la Amarok pasó al primer puesto entre los utilitarios con 2.917 unidades, seguida por la nueva Ranger con 2.687 unidades y la Toyota Hilux, con 2.486 unidades. Un panorama bastante similar se dio en octubre, cuando la pick up de Volkswagen registró 2.923 unidades, su rival de Toyota 2.395 y su equivalente de Ford, 2.233. En noviembre la situación se repitió: la Amarok patentó 2.800 unidades, mientras que la Hilux llegó a 2.471 y la Ranger, 1.930. Con estas cifras, el acumulado anual todavía tiene como protagonista a la pick up de la firma nipona, que lleva vendidas 28.337 unidades, aunque su par de marca alemana prácticamente le respira en la nuca, ya que alcanzó 28.043 unidades, es decir, que sólo 294 separan a una de la otra.
¿Qué argumentos ofrece una y cuáles la otra? Repasemos sus últimas novedades: la Volkswagen Amarok celebró en octubre haber superado las 700.000 unidades producidas, de las cuales el 65% fueron enviadas a mercados de exportación. Tras la inversión que permitió incorporar una nueva planta de pintura con tecnología inédita en el país, la pick up cuenta actualmente con un amplio portfolio compuesto por las versiones Trendline, Comfortline, Highline, V6 o Extreme con los motores turbodiesel 2.0 TDI de 140 y 180 CV, así como el V6 3.0 TDI de 258 CV, con caja manual de 6 marchas o automática de 8 velocidades, tracción simple o integral 4Motion.
De cara a los próximos años, la compañía anunció otra inversión de U$S 250 millones para tres nuevos proyectos, entre los que se destaca un profundo restyling para la pick up, que recibirá importantes modificaciones de diseño y más tecnología –especialmente en seguridad-, lo que asegurará su continuidad en el mercado por alrededor de diez años más según proyectan desde la marca.
Por su parte, Toyota lanzó recientemente la nueva Hilux SRX MY2024, una actualización de la variante tope de gama que incorpora varios elementos tomados de la versión GR-Sport. A nivel estético, los cambios están a la vista: la SRX ahora luce una imagen más agresiva e imponente con pasarruedas ensanchados y la barra de caja, que también cumple una función aerodinámica y en este caso está pintada de color carrocería. En este caso, para diferenciarla de la versión deportiva, cuenta con apliques cromados en la parrilla y llantas de aleación con terminación diamantada.
Puertas adentro, toda la gama incorpora una nueva pantalla de 9 pulgadas para el sistema multimedia –una pulgada más grande que la anterior-, que incluye USB, Bluetooth y conexión inalámbrica para Android Auto y Apple CarPlay. Por supuesto, mantiene el resto del equipamiento de confort y seguridad, destacándose especialmente por los 7 airbags y el paquete de sistemas de asistencia a la conducción Toyota Safety Sense, con Sistema de Pre-colisión frontal (PCS), Control de velocidad crucero adaptativo (ACC) y Sistema de alerta de cambio de carril (LDA).
Sin dudas, lo más interesante son las modificaciones en su plataforma: tal como señalamos anteriormente, recibió gran parte de los cambios introducidos por la variante GR-Sport. Se destacan las trochas más anchas, +140 mm en la parte delantera y +155 mm en la trasera, con brazos de suspensión extendidos y nuevos amortiguadores bi-tubo de 35 mm de diámetro que se ubican por fuera del chasis. Por primera vez, agrega además una barra estabilizadora tubular en el eje trasero, que contribuye a disminuir el ángulo de rolido y brinda mayor trazabilidad en curvas. Al mismo tiempo, esta reconfiguración del chasis permitió aumentar el despeje del suelo en +20 mm e incrementar el ángulo de ataque en 1°. Por último, también suma discos de freno traseros de 15”, mientras que los discos delanteros incrementan su diámetro en 1”, para lograr mayor control y eficiencia ante altas exigencias de frenado. Desde la marca señalan que estas mejoras se traducen en una marcha más aplomada, menor movimiento de la cabina y mayor precisión al volante, así como más aptitudes off road.
Donde no hubo modificaciones es en su mecánica, manteniendo el conocido motor turbodiesel 1GD de 2.8 litros, que entrega 204 CV y 500 Nm de torque a 2.800 rpm, asociado en este caso a una caja automática con convertidor de par de 6 velocidades, con opciones de tracción 4×2 y 4×4 con reductora, bloqueo de diferencial trasero y control de descenso de pendientes.
Como en un campeonato que está a punto de definirse, diciembre será decisivo ya que la balanza podrá inclinarse hacia uno u otro lado. Tal como dice una canción, Sólo hay un ganador… en algunas semanas más sabremos si la vieja reina oriunda de Zárate puede resistir la presión o es derrocada por su rival producida en Pacheco.
TOYOTA amerita un cambio urgente de diseño , a lo tacoma americana . ahi se despega a full, y si le usman motores hibridos numero 1 sin dudas