El nombre 4Runner es bastante conocido en nuestro mercado y es que durante los 90 y principios de 2000 se asoció con el SUV derivado de la Hilux que luego pasó a llamarse SW4. Sin embargo, en América del Norte continuó evolucionando y tomó como base a la Tacoma, por lo que meses después de la presentación de la nueva generación de la pick up, ahora llegó el turno de la renovación del Sport Utility.
Si en el Land Cruiser Prado –o 250 como también se lo denomina-, la firma nipona ya evidenció un claro homenaje a sus todoterreno más icónicos y una estética mucho más aventurera en lugar de un estilo más urbano, esto se acentúa aún más en la 4Runner, que sin dudas invita a salir del asfalto.
A nivel de diseño, el SUV luce imponente y agresivo, más aún en las versiones más prestacionales u off road. En el frente cuenta con una parrilla de formato trapezoidal junto con faros de Led que poseen por debajo una toma de aire más pequeña. En las versiones “normales” se destaca un enorme babero en la parte inferior del paragolpes, mientras que las variantes TRD o Trailhunter es reemplazado por un paragolpes con mejor ángulo de ataque. También puede incorporar accesorios adicionales como faros auxiliares, snorkel, llantas de aleación de distinto diseño y neumáticos todoterreno.
De perfil su diseño evidencia trazos rectos y muy marcados, buscando transmitir una sensación de robustez. También sobresalen los musculosos pasarruedas que en las versiones off road agregan protecciones en plástico negro más prominentes. Su silueta, con la tercera ventanilla separada del resto, es la que siempre identificó a este SUV, ahora con trazos más marcados y rectos. Por último, en la parte trasera, además de los faros de Led de formato trapezoidal, posee un alerón que resalta aún más su estilo deportivo y paragolpes con mejor ángulo de salida. Este sector también recuerda a las clásicas Land Cruiser por sus formas y detalles como el alojamiento de la patente.
Puertas adentro la revolución es total y bien podría servir como adelanto de lo que pueda ofrecer la próxima generación de la Hilux y SW4. Siguiendo con el mismo planteo estético del exterior, con trazos rectos, un diseño más tridimensional y con estilo deportivo, se destacan el instrumental digital –con display de 7 o 12,3”- configurable por el conductor y la enorme pantalla del sistema multimedia –de 8 o hasta 14”-. Por supuesto cuenta con conectividad Android Auto y Apple CarPlay, cargador inalámbrico, puertos USB-C y, según la marca, hasta tres veces más espacio de almacenamiento debajo de los asientos traseros. Por el momento, la firma nipona no brindó datos del equipamiento detallado, pero se sabe que tendrá climatizador automático bizona, head-up display, equipo de audio JBL, techo panorámico, espejo retrovisor digital, butacas calefaccionadas y con regulación eléctrica y varios sistemas de asistencia a la conducción. Otro plus de la 4Runner es que puede contar con una tercera fila de asientos, contabilizando 7 plazas.
Creada sobre la plataforma TNGA-F –compartida con la Tacoma, Tundra, la Land Cruiser y la próxima Hilux-, mecánicamente está claramente adaptada al mercado norteamericano: las opciones más accesibles e intermedias están impulsadas por un motor naftero 2.4 turbo de 282 CV y 43,8 kgm de torque, asociado a una caja automática de 8 velocidades. Las versiones más equipadas cuentan con la variante i-Force Max, que combina el propulsor 2.4 turbo con un motor eléctrico de 48 CV –alimentado por un paquete de baterías de sólo 1,9 kWh- con el que entrega una potencia total de 330 CV y 64,3 kgm de torque, también con caja automática de 8 marchas. Por supuesto, todas ofrecen sistemas de tracción 4×2 o 4×4 con reductora y bloqueo de diferencial. Lamentablemente, no está prevista su llegada a nuestro país.
esta buenísima… buenísima. siempre fue exclusiva para mercado de norte América