
Tal como estaba previsto, en la tarde del martes BMW presentó en Estados Unidos los nuevos iX (fue su debut en el mercado norteamericano, aunque ya lo conocimos meses atrás cuando fue develado en Europa) y el i4, que en este caso sí fue una primicia mundial. ¿Qué representa el i4? Por un lado, se postula como la variante “Gran Coupé” del Serie 4 y por otro, se diferencia de él por su sistema de propulsión eDrive 100% eléctrico.
Su diseño ya había sido anticipado meses atrás por adelantos propios de la firma de Munich y fotos espía. Al igual que el modelo con motor de combustión, mantiene la enorme y polémica parrilla del doble riñón, aunque en este caso está completamente carenada y en su interior aloja sensores y radares de sus avanzados sistemas de asistencia a la conducción. Los faros son similares a los de la coupé, mientras que de perfil incorpora una suerte de aleta lateral en forma de L con un marco de color azul. Esta tonalidad también está presente en la parrilla, los faros y el paragolpes trasero e identifica a los BMW i. Por último, las llantas poseen un diseño especial, con rayos más anchos, a fin de aumentar su eficiencia aerodinámica.
La novedad, además de su mecánica, está en el interior, ya que a diferencia del Serie 4 incorpora el nuevo BMW Curvey Display, que como su nombre lo indica es una enorme pantalla curva –en realidad son dos, unidas entre sí, de 12,3” y de 14,9”- reemplazando al cuadro de instrumentos convencional y al sistema multimedia. A decir verdad, la idea no es nueva y ya son varias las marcas que están sumando este tipo de dispositivos, pero desde la firma de Munich destacan sus capacidades, facilidad de uso y funciones, con reconocimientos gestuales, de voz, tecnología de inteligencia artificial y varios recursos más. Paulatinamente, será introducida en todos los productos de la compañía.
Otras características particulares son los numerosos detalles en azul –color que identifica a la gama i-, el nuevo climatizador automático de tres zonas con un filtro de nanopartículas –que elimina polen, polvo y bacterias- y por supuesto numerosos asistentes de conducción como el control de velocidad crucero adaptativo, asistente de embotellamientos, frenado autónomo de emergencia, asistencia al estacionamiento, sistema de mantenimiento de carril con corrección de la dirección, etc.
Ahora sí, momento de hablar de su sistema de propulsión: inicialmente, el i4 estará disponible en dos versiones, eDrive 40 y M50 xDrive. La primera de ellas está impulsada por un motor eléctrico ubicado en el eje trasero que desarrolla 340 CV y 430 Nm, manteniendo la tradicional tracción trasera. Puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y su velocidad máxima está limitada a 190 km/h. La segunda, que lleva el sello M, posee dos motores –uno en cada eje- que entregan en conjunto 544 CV y 795 Nm de par, en este caso con tracción integral. Acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y alcanza 225 km/h de velocidad máxima limitada electrónicamente.
En cuanto a la alimentación, ambas versiones cuentan con un paquete de baterías de iones de litio de 80,7 kWh que le otorga una autonomía de 590 kilómetros al eDrive 40 y de 510 kilómetros al M50 xDrive, cifras para nada despreciables. Las dos disponen como opcional de un cargador de 11 kW que puede recuperar hasta un 80% de la capacidad en media hora.
Su llegada a los concesionarios estadounidenses y europeos se concretará en los próximos meses, con su tren motriz fabricado en la planta de Dingolfing y el ensamblado final en la sede de Munich, en la misma línea de producción del Serie 3.