Nació para continuar la saga de deportivos de Mercedes-Benz, ubicándose un escalón por encima del mítico SL y con el claro objetivo de rivalizar con otro ícono como el Porsche 911. Casi 10 años después de su debut, el AMG GT ya tiene su propio reconocimiento, tanto por su participación en diversas categorías de automovilismo o ser el Safety Car de la Fórmula 1, como así también uno de los vehículos más deseados por su nivel de prestaciones. Para mantener este status, la firma de Stuttgart presentó la nueva generación, una evolución en todo sentido del modelo actual pero manteniendo intactas sus características principales.
El nuevo Mercedes-AMG GT sigue siendo un desarrollo 100% AMG y ahora está mucho más emparentado con el SL, con el que comparte plataforma, lo que le permitió acceder a mayor tecnología y a una importante reducción de peso, al estar construida su estructura con materiales compuestos, aluminio, acero y magnesio, aumentando además la rigidez torsional y hasta la habitabilidad, algo de lo que hablaremos más adelante.
Estéticamente, su diseño es continuista y es justamente lo que más subraya esa evolución con respecto a su antecesor. No apuesta por un aspecto completamente diferente, lo cual tampoco era necesario ya que el GT no acusaba notoriamente el paso de los años. Como novedades, la parrilla Panamericana –típica de AMG- creció en tamaño y agrega un borde inferior en negro, manteniendo las barras verticales. En los extremos cuenta con canalizadores que remarcan el ancho del vehículo, mientras que los faros son más estilizados y verticales, incorporando la tecnología Digital Light, que además de incrementar su poder lumínico sin encandilar a los conductores que vienen de frente, pueden proyectar señales y avisos sobre el asfalto.
De perfil la silueta es casi idéntica al anterior GT, limpia, sólo con algunas nervaduras y por supuesto con un kit aerodinámico con faldones laterales en fibra de carbono, presente también en la carcasa de los espejos y nuevas llantas de aleación que dejan ver los enormes discos y pinzas de freno. El remate posterior también es parecido al del modelo que reemplaza, aunque los faros ganaron un aspecto más tridimensional y un marco negro que los une. Mención aparte para el difusor y las cuatro salidas de escape.
Puertas adentro da un importante salto: el tablero fue rediseñado por completo y está claramente inspirado en el SL, dejando de lado los botones y mandos sobre el túnel de transmisión, que pasan a ser operados desde la enorme pantalla vertical del sistema multimedia MBUX o a través de los múltiples mandos del volante o de la columna de dirección. También es nuevo el instrumental 100% digital configurable por el conductor, manteniendo las salidas de aire redondas con diseño de turbina de avión. Por supuesto, derrocha calidad con revestimientos de cuero, apliques en aluminio, fibra de carbono e iluminación ambiental personalizable. La gran novedad está atrás y es que el GT ahora pasa a contar con una configuración 2+2, mejorando su habitabilidad, aunque las plazas traseras son pequeñas.
Donde la marca alemana y su división deportiva se mantuvieron firmes y fieles a su esencia es en la mecánica: por ahora nada de motores de 4 cilindros electrificados y con turbo como en los Clase C o Clase E, el Mercedes-AMG mantiene el V8 4.0 biturbo, que en la versión 55 4Matic+ entrega 476 CV y 700 Nm de par, mientras que en la 63 4Matic+ llega hasta los 585 CV y 800 Nm de torque, en todos los casos asociados a la caja automática 9G SpeedShift MCT de 9 velocidades y al sistema de tracción integral 4Matic, con varios mapas de motor seleccionables, así como la entrega de potencia y par entre ambos ejes. Cuenta también con suspensión adaptativa Active Ride Control, diferencial trasero de desplazamiento limitado, eje trasero direccional y discos de freno carbocerámicos ofrecidos como opcional.
Aún sin precios y con su llegada a los concesionarios europeos prevista para los próximos meses, la gama del GT se simplificará, por lo que no habrá tantas opciones disponibles como en el modelo actual –el lugar del roadster lo cubre el SL y no habrá una variante de 4 puertas-, aunque seguramente más adelante se sumen series especiales o versiones incluso más radicales.
Una obra de arte,con movilidad.