Mercedes-Benz reafirma su apuesta por los SUV’s que tantos beneficios le vienen dando y que han logrado tal éxito que son los pilares de la marca, permitiéndole poder desarrollar otros productos menos rentables. En este caso, la firma de Stuttgart presentó la nueva generación del GLC Coupé, que evolucionó en todo sentido, tanto estético como a nivel tecnológico y por supuesto priorizando a las versiones electrificadas.
Con un considerable incremento en sus dimensiones –es 47 mm más largo y 35 mm más bajo- lo que además de repercutir en su habitabilidad, le dio una apariencia mejor proporcionada, con una silueta más estilizada que su antecesora y que ahora luce trazos más curvos y fluidos. Claro que la deportividad también está presente con algunos trazos más acentuados que remarcan su carácter. El sector frontal cuenta con una enorme parrilla con el entramado que replica el logo de la marca junto con una barra horizontal en el centro. Los faros son Multibeam Led y lucen una nueva firma luminosa que ahora se ubica en la parte superior de la óptica. Por debajo, se destaca la toma de aire central –más baja- y los dos canalizadores en los extremos que subrayan el ancho del vehículo y cumplen una función aerodinámica.
De perfil es donde los cambios le sentaron mejor ya que ahora cuenta con un estilo e identidad propia y ya no resulta una reinterpretación de la X4 o X6 hecha por Mercedes-Benz, mientras que en la parte trasera se destacan los faros de diseño similar a las coupés y berlinas de la marca.
Puertas adentro la evolución es aún más notable ya que el tablero se rediseñó por completo y evidencia un estilo más moderno y sofisticado, con ciertas reminiscencias al Clase C, especialmente en el diseño de las salidas de aire. Cuenta con un instrumental 100% digital de 12,3” y una pantalla táctil de 11,9” (opcional de 12,4”) para el sistema multimedia MBUX. El volante es similar al de los nuevos Clase S y Clase C, con comandos táctiles y, como era de esperarse, sobresale también por la calidad de materiales con revestimientos de cuero, apliques de aluminio y fibra de carbono. En cuanto a equipamiento, el listado es muy amplio e incluye head-up display, navegador con realidad aumentada, techo panorámico, cámara con visión de 360º, numerosos sistemas de asistencia a la conducción y suspensión neumática regulable Airmatic, entre otros ítems.
Mecánicamente, el nuevo GLC Coupé cuenta con hasta siete opciones diferentes, dos nafteros 2.0 turbo de 4 cilindros de 204 y 258 CV, dos diésel 2.0 de 4 cilindros, de 197 y 269 CV, todos con sistema mild-hybrid de 48V. A ellos se les suman tres variantes híbridas enchufables, una diésel de 335 CV y dos nafteras de 313 y 381 CV, con una autonomía en modo eléctrico que ronda entre los 100 y 130 kilómetros gracias a una batería de iones de litio de 31,2 kWh de capacidad. En todos los casos la transmisión es la caja automática 9G-Tronic de 9 velocidades y la tracción es integral 4Matic.
Su llegada a los concesionarios europeos se concretará en julio y su arribo a nuestro país debería darse hacia finales de año o a principios de 2024. 
