Comenzando por lo más novedoso, el Countryman JCW es, curiosamente, algo menos potente que su antecesor: está impulsado por el motor naftero TwinPower Turbo de 4 cilindros en línea y 2.0 litros –compartido con el BMW X1-, que en este caso entrega 300 CV y 400 Nm de torque (vs 306 CV y 450 Nm de par de la generación actual), acoplado ahora a la caja automática de doble embrague y 7 velocidades (antes con la Steptronic con convertidor de par de 8 marchas). Las prestaciones son bastante similares: acelera de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos (apenas 0,3 segundos más lento, nada mal considerando las cifras antes mencionadas y el gran incremento de tamaño) y 250 km/h de velocidad máxima (limitada electrónicamente). Por supuesto, cuenta con ajustes específicos en la suspensión, la dirección y frenos, ajustados a sus prestaciones y a un manejo más dinámico.
Estéticamente, el estilo general que siempre caracterizó al Countryman se mantiene, algo que se percibe en su silueta, el formato del techo y de las ventanillas, que agregan una suerte de aplique color carrocería sobre el pilar C. Las principales diferencias se llegan a observar en el sector frontal, con una parrilla más grande y los faros, que ya no son redondeados sino que pasan a contar con trazos más rectos, con un aire al concept Aceman y una firma luminosa diferente al modelo actual. En el caso del JCW agrega detalles específicos, como el entramado oscuro de la parrilla, las tomas de aire más grandes y de formato vertical en el paragolpes, así como las llantas de aleación y las cuatro salidas de escape que rematan el sector posterior.
Cabe destacar que esta evolución trajo aparejado un importante incremento en dimensiones, convirtiéndose decididamente en un C-SUV: mide 4.433 mm de largo, 1.843 mm de ancho y 1.656 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.692 mm, lo que por supuesto se traduce en una mejor habitabilidad.
Puertas adentro, el nuevo Countryman luce casi similar al Cooper Electric: Las formas redondeadas permanecen, pero con un ambiente mucho más minimalista, con menos comandos y lo más llamativo: el clásico reloj central que en la actual generación aloja a la pantalla del sistema multimedia fue reemplazado por una pantalla redonda ultra delgada tipo tablet donde se visualizarán los diversos parámetros y funciones del vehículo, complementado por el head-up display ubicado por delante del volante. Por debajo del sistema multimedia cuenta con una consola con unos pocos mandos físicos, mientras que las salidas de aire en este caso son de formato vertical. La plancha frontal está tapizada con un revestimiento soft-touch en lugar del plástico o cuero que posee el modelo actual.
Más adelante serán anunciadas las variantes convencionales, con más opciones nafteras e incluso una versión diésel, aunque todas recién llegarán a los concesionarios europeos a principios de 2024, provenientes de Alemania.