Nuevo Nissan Z: ícono reinterpretado y con 405 CV bajo el capot

Se hizo esperar –y su llegada a los concesionarios se va a demorar aún más- pero finalmente Nissan presentó el nuevo Z, la continuación de su icónica saga de coupés que a partir de ahora pasa a denominarse simplemente “Z”, dejando de lado el número que en sus últimas generaciones representó su potencia.

Afortunadamente no hay mayores sorpresas en esta versión definitiva: se mantiene casi idéntica al Z Proto que la anticipó y a las filtraciones que se fueron conociendo en los últimos meses. La inspiración en el mítico 240Z queda evidenciada en el largo capot y la forma de las ventanillas, con la clásica forma de una coupé. Inclusive, los faros cuentan con una firma luminosa de forma redondeada, mientras que el remate del techo y la parte posterior está compuesto por una única línea que culmina de manera algo abrupta en los faros. Otro detalle que recuerda al modelo de origen Datsun es el emblema en el pilar C.

A diferencia de otras marcas que para enfatizar el dinamismo o la agresividad en sus deportivos recurren a trazos muy marcados o tomas de aire, el nuevo Z se distingue por sus superficies limpias y suaves, trabajando más con el volumen que con las líneas de tensión. Por último, la parte trasera toma como referencia al más contemporáneo 300 ZX, especialmente en el remate posterior y el formato de los faros.

Puertas adentro también se aprecia esa lograda combinación entre lo clásico y lo moderno. Su diseño es bastante simple y sobrio, manteniendo detalles como los tres relojes ubicados en la parte superior del tablero orientados hacia el conductor, incorporando ítems más tecnológicos, como el instrumental digital o la pantalla del sistema multimedia. Para cortar un poco con la típica sobriedad nipona, se ofrecen como opción revestimientos bitono, con las butacas, parte de los paneles de las puertas y la parte inferior del tablero en otro color, contrastando con el predominante negro.

En Estados Unidos y Japón será comercializado en dos versiones, Sport y Performance. La primera cuenta con sistema multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas, control de velocidad crucero adaptativo, climatizador automático, espejo retrovisor electrocrómico, sensores de estacionamiento, llave presencial, monitor de punto ciego, frenado autónomo de emergencia y alerta de cambio de carril involuntario. La tope de gama agrega pantalla de 9 pulgadas con navegador integrado, equipo de sonido Bose, WiFi, diferencial de desplazamiento limitado mecánico, llantas de aleación Rays de 19”, frenos de alto rendimiento y doble salida de escape.

Ahora vayamos a lo más importante en un deportivo, su mecánica: en un momento en el que todo apunta hacia la electrificación, Nissan se permitió ofrecer una configuración clásica para felicidad de los más puristas. Tal como estaba previsto, el Z está impulsado por un motor naftero V6 biturbo de 3.0 litros –ya conocido en el Infiniti Q60- que desarrolla 405 CV a 6.400 rpm y 48,4 kgm de torque desde las 1.600 rpm. La transmisión de serie es manual de 6 velocidades, mientras que como opción se ofrece una caja automática de 9 marchas. La tracción, por supuesto, es trasera. Por el momento, la marca no divulgó valores de performance, pero promete una aceleración un 15% más rápida que el 370Z.

Más allá de haber sido develado ahora, recién comenzará a ser vendido hacia mediados del año que viene –ya como Model Year 2023-, por lo que su llegada a nuestro país –si es que se confirma, aunque puede ser probable ya que sus antecesores fueron comercializados- va a tardar un poco más.