A casi un año de la presentación de la tercera generación del 308, Peugeot da un paso más en su estrategia de electrificación y amplía el portfolio del mediano demostrando su apuesta por el segmento C-hatch. Tal como lo habíamos adelantado en aquel momento, si bien la marca tuvo que dejar de lado sus intenciones de incorporar una versión deportiva PSE, sí preveía sumar una variante 100% eléctrica, que finalmente son dos, el e-308 y el e-308 SW.
Desarrollados sobre la plataforma EMP2, comparten las mismas características de las versiones convencionales o híbridas enchufables en cuanto a habitabilidad, dimensiones y equipamiento y sólo se diferencian por algunos detalles estéticos: en el sector frontal, la parrilla está completamente carenada aunque cuenta con un entramado tipo diamantes, muy parecido al de las versiones con motor de combustión. Asimismo, las llantas de aleación de 18 pulgadas son de diseño específico y están pensadas para ofrecer una mejora aerodinámica. Estos ítems y los emblemas propios de esta versión son los únicos detalles por los que se podrá identificar a las opciones eléctricas de la gama, ya que incluso el puerto de carga está ubicado en el mismo lugar que la tapa del tanque de combustible.
Puertas adentro, la idea de no diferenciar a estas variantes con respecto a las opciones convencionales se mantiene ya que el diseño, las terminaciones y apliques son similares. Sólo el instrumental y el sistema multimedia cuentan con funciones específicas para informar sobre la autonomía, el estado de las baterías y los modos de conducción propios de su mecánica eléctrica. Desde la firma gala también destacan que la capacidad del baúl no se vio alterada debido a que las baterías están ubicadas en el piso del vehículo.
A nivel de equipamiento, estarán disponibles en versiones Allure y GT con sistema multimedia con pantalla táctil de 10” compatible con Android Auto y Apple CarPlay, aplicación MyPeugeot, faros Matrix Led, climatizador automático bizona, alerta de tráfico cruzado trasero, sensor de ángulo muerto, frenado autónomo de emergencia, alerta de cambio involuntario de carril y de mantenimiento de carril con corrección de la dirección y control de velocidad crucero adaptativo con función Stop&Go entre lo más importante.
Claro que la principal novedad es su mecánica: tanto la variante hatchback de 5 puertas como la rural están impulsadas por un motor eléctrico de 156 CV y 260 Nm de par, alimentado por un paquete de baterías de níquel, manganeso y cobalto que les proporcionan una autonomía de hasta 400 kilómetros. Para su recarga, es compatible con cargadores rápidos de hasta 100 kW de potencia, mientras que de serie incluyen un wallbox de 11 kW con el que pueden recuperar el 80% de la capacidad de la batería en sólo 25 minutos. Como todo vehículo eléctrico, también disponen de frenado regenerativo y un selector de modos de conducción que permite elegir entre los seteos Eco, Normal, Sport y Freno.
Si bien acaban de ser develados, su llegada a los concesionarios europeos está prevista para mediados del año que viene. Por el momento, no hay comentarios sobre su posible arribo a nuestra región y/o a Argentina.
