Otra de la novedades que presentó Opel en este Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt fue el Opel Insignia OPC, coincidiéndo con el décimo aniversario de la gama de modelos OPC de gran éxito.
Opel ha equipado el Insignia con elementos de la más avanzada tecnología, siendo el primer modelo OPC en ofrecer tracción integral adaptativa y un diferencial autoblocante controlado electrónicamente de serie.
Los asientos Recaro delanteros, que cuentan con reglaje del ajuste lumbar en cuatro direcciones y la posibilidad de extender la butaca, son los primeros asientos deportivos de la industria que han recibido el codiciado sello de excelencia de la Aktion Gesunder Rí¼cken e.V. (Acción para Espaldas Saludables) «“ conocida como AGR, una agrupación independiente de médicos y expertos en ergonomía de Alemania.
El coche tiene un aspecto tan agresivo como lo son sus prestaciones, con entradas de aire en el paragolpes delantero con forma de diente de tigre, aletas ensanchadas, un spoiler trasero integrado y llantas de diseño específico OPC de 19 pulgadas. Los acabados en cromo satinado y las llamativas salidas dobles del escape integradas en el paragolpes trasero añaden atractivo.
En el interior, los diseñadores han creado un estilo deportivo, con una moldura superior oscura, los asientos Recaro deportivos, una palanca de cambios especial y un volante deportivo con la parte inferior plana. El panel de instrumentos adquiere iluminación en color rojo cuando el conductor selecciona el modo OPC del sistema de chasis FlexRide, obteniendo el comportamiento más deportivo del coche.
El Insignia OPC está también equipado con un sistema electrónico FlexRide que adapta la suspensión y otros parámetros que influyen en la conducción a las preferencias del conductor. Los conductores del OPC pueden elegir entre el modo Standard, que es el reglaje que ofrece mayor comodidad y es ideal para el uso diario o un modo Sport especial, en que la suspensión se hace más rígida y se reduce el balanceo de la carrocería para ofrecer mayor agilidad. Al seleccionar el modo OPC, el conductor entra en una nueva dimensión: La dirección se hace más directa, el acelerador responde más rápidamente y los reglajes del chasis pasan a la posición de mayores prestaciones. Los relojes de instrumentación se iluminan entonces en rojo.
El Insignia OPC está equipado con frenos delanteros Brembo de 18 pulgadas, con grandes discos perforados de 355 x 32 mm, con pinzas de aluminio de gran resistencia de cuatro pistones y pastillas de altas prestaciones.
El Opel Insignia OPC está calzado con neumáticos Pirelli PZero en medida 245/40, que sobre llantas forjadas de 19 pulgadas. Opcionalmente se pueden solicitar las llantas forjadas de 20 pulgadas con neumáticos 255/35.
El Insignia OPC alcanza una velocidad máxima, que está limitada, de 250 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en sólo 6 segundos. La elasticidad, también, es destacable: En sólo 7,1 segundos recupera en quinta velocidad de 80 a 120 km/h.
La versión de 325 CV/239 kW que equipa el OPC del motor 2.8 V6 Turbo se beneficia de una calibración especial de la unidad de gestión electrónica del motor, una mayor presión de sobrealimentación que llega hasta 0,9 bar y un nuevo sistema de escape que reduce considerablemente la retención.
Este motor 2.8 V6 Turbo de alta tecnología viene acoplado a una caja de cambios manual de seis velocidades. Para ofrecer las mejores prestaciones, el desarrollo final se ha acortado ligeramente, de 3,76 a 3,90:1 comparado con las versiones normales Sport y Cosmo equipadas con el motor V6 Turbo.
dios que autazooooooooooooooooooooooooo! eso para decir jaja