Esta semana Ford presentó a nivel global la nueva generación de la Ranger, con cambios bastante profundos en su diseño y especialmente en el interior, con más tecnología y renovadas mecánicas. Como suele suceder en estos casos, primero fueron develadas las opciones más equipadas –XLT y Wildtrak- pero también vale la pena detenerse en las versiones más accesibles, cuyas imágenes fueron publicadas después.
No todo es lujo y sofisticación, el origen de las pick ups está en su uso como herramienta de trabajo y es ahí donde apuntan las versiones XL y XLS como las de la gama actual. Estas variantes resignan gran parte de los detalles estéticos y de equipamiento de las tope de gama, lo que queda evidenciado en su imagen más simple y sencilla a fin de lograr un precio más bajo.
Comenzando por la versión XL, la más básica, estéticamente deja de lado los vistosos faros de Led por faros halógenos convencionales con máscara oscurecida, lo que cambia notablemente la apariencia de la pick up. Asimismo, el paragolpes es más simple, sin la defensa pintada en otro tono, aunque mantiene el color de la carrocería, a diferencia de la T6 actual en la que está sin pintar. Tampoco posee luces antiniebla, mientras que las llantas de aleación fueron reemplazadas por llantas de acero. Sí posee protecciones plásticas en los pasarruedas y la parte baja de la carrocería, así como un revestimiento en la caja de carga. Al menos para el mercado australiano, no cuenta con la clásica barra de San Antonio, sino una reja de protección para la luneta trasera.
Por su parte, la variante XLS agrega una serie de accesorios que logran diferenciarla fácilmente de la “base”: cuenta con faros antiniebla delanteros, llantas de aleación, aplique de color negro en el pilar B y carcasa de los espejos color carrocería, aunque mantiene los faros halógenos con máscara negra.
Por el momento, la marca no informó el listado de equipamiento de ninguna de las versiones ni difundió imágenes del interior de estas variantes de acceso. Sin embargo, podemos estimar que perderá algunos ítems como el instrumental digital para ser reemplazado por uno analógico con display para la computadora de a bordo junto con una pantalla más chica para el sistema multimedia. Asimismo, cabe aclarar que hasta ahora la pick up fue presentada en configuraciones de cabina doble y cabina extendida, por lo que aún falta la opción de cabina simple.
En cuanto a motorizaciones, la firma estadounidense sólo confirmó que se ofrecerá un V6 turbodiesel de 3.0 litros, un 2.0 bi-turbodiesel, un 2.0 turbodiesel y un motor naftero 2.3 EcoBoost, en la mayoría de los casos, asociados a una caja automática de 10 velocidades o a una transmisión manual de 6 marchas. No brindó datos de potencia o torque, pero no resulta difícil tener idea de las cifras: tomando como referencia otros productos que equipan estas motorizaciones, el V6 Power Stroke 3.0 entrega 253 CV en la F-150, mientras que el 2.0 biturbo es el Panther de la actual Ranger Raptor, con 212 CV. Por último, el naftero 2.3 EcoBoost desarrolla 272 CV en la Ranger T6 norteamericana. Restaría conocerse la cifra de potencia de la versión diésel con un solo turbo. Más adelante está prevista la incorporación de una variante híbrida enchufable y la deportiva Raptor.
Vale recordar una vez más que la llegada de la nueva generación de la pick up a nuestra región está prevista para 2023, cuando la planta de General Pacheco inicie la producción.
No entiendo porque las automotrices piensan que un vehículo de trabajo tiene que ser poco vistoso y especulan con accesorios que bien terminados no modificarían su precio, por ejemplo llantas mejor diseñadas y luces auxiliares, cobertores, etc…
A estas alturas creo que faros de luces Led deberían ser de serie en todas las versiones
Puedo comprarlo al contado, soy de Mallorca y kiero el más potente a tengas, dime cosas