En algunas de sus últimas declaraciones a la prensa, los principales directivos de Porsche anticiparon que, a pesar de los continuos avances y desarrollos tecnológicos en los que la compañía viene trabajando para incorporar a sus productos de cara a los próximos años –como la electrificación o los diversos asistentes de conducción-, no dejarían de lado a sus usuarios más tradicionales, a los más puristas.
La primer prueba de ello acaba de salir a la luz: la firma de Stuttgart presentó los 718 Boxster y Cayman T –por Touring-, una nueva variante de sus deportivos de motor central que prescinde de varios accesorios en pos de una sensación de conducción más pura, que devuelva el protagonismo al conductor y a las características propias del auto y no a una batería de elementos tecnológicos orientados a la conectividad o al refinamiento.
Comenzando por la mecánica, los 718 T cuentan con el mismo motor bóxer turbo de 4 cilindros y 2.0 litros de las versiones convencionales, pero llevado hasta los 300 CV y 380 Nm de torque, con la zona roja del tacómetro ubicada por encima de las 7.500 rpm. Pero la principal característica que refleja su concepción a la vieja usanza es su transmisión: de serie vienen equipados con una caja manual de 6 velocidades, a diferencia de muchos otros deportivos que sólo ofrecen una transmisión automática con modo secuencial como única opción. En este caso, la caja PDK de doble embrague y 7 marchas es un opcional.
El diferencial trasero autoblocante, el chasis deportivo con suspensiones rebajadas en 20 milímetros y el paquete Sport Chrono –provisto de serie- compuesto por un selector de modos de conducción (Normal, Sport, Sport Plus e Individual) operables desde el volante junto con una calibración más deportiva y permisiva del control de estabilidad (PASM), terminan de completar la configuración específica de esta versión, que, como era de esperarse, logra muy buenas prestaciones: acelera de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 275 km/h.
Estéticamente, se distinguen por las llantas de aleación pintadas en color gris titanio al igual que las carcasas de los espejos (gris ágata), doble salida de escape, los emblemas identificatorios y una paleta de colores con tonos muy estridentes como el Rojo Guardia, Amarillo Racing, Naranja Lava y Azul Miami. Pero es en el interior donde las diferencias son aún más fáciles de percibir, con el volante GT revestido en alcántara, tiradores de las puertas en tela y la ausencia del sistema multimedia Porsche Communication Management, reemplazado por un compartimiento portaobjetos. Para los que quieran mantener el PCM, la marca lo ofrece como opcional sin costo alguno. Los cinturones de seguridad y costuras en color rojo así como el emblema 718 bordado en los asientos terminan de redondear el aspecto más sport de esta versión.
La marca alemana ya confirmó su llegada a nuestra región, aunque habrá que esperar un año más: su arribo está previsto para principios de 2020.