Los motores son por supuesto parte esencial de un vehículo, por lo que su producción es igual de importante. En ese sentido, Renault cuenta con una de las plantas más grandes de la región, el complejo industrial Ayrton Senna, donde se fabrican automóviles de manera íntegra, desde su mecánica hasta la carrocería y en esta ocasión está celebrando un nuevo hito: nada menos que 5.000.000 de propulsores fabricados en Brasil.
Inaugurada en 1999, su capacidad de producción era de unos 280.000 motores por año, siendo el reconocido K4M 1.6 de 16 válvulas el primer impulsor fabricado allí. Al año siguiente se incorporaron los motores 1.0 8V y el 1.2 16V que utilizaron diversos productos regionales como el Clio, la Kangoo o el Mégane. Con el correr de los años fue recibiendo más inversiones que le permitieron aumentar su capacidad, llegando al millón de unidades producidas en 2006, a los 2 millones en 2011, a los 3 millones en 2014 y a los 4 millones en 2018. El gran salto tecnológico lo dio justamente luego de ese año, cuando se renovó la línea de producción para fabricar los más modernos 1.0 SCe y 1.6 SCe empleados por el Kwid, Sandero, Stepway, Logan, Kangoo, Duster y Oroch.
Según revela la compañía, del total producido, alrededor de un 64% de los motores fueron utilizados en vehículos comercializados en Brasil, mientra que el 36% restante se destinaron a la exportación a países de América Latina e incluso a algunos países europeos.
Al respecto, Wesley Palma, Director de Producción de la planta brasileña, afirmó: “Llegar a las cinco millones de unidades es un orgullo para todo nuestro equipo, sobre todo tras la gran evolución tecnológica que Renault ha llevado a cabo en sus motores a lo largo del tiempo”. De cara a los próximos años, se espera que sea introducida la versión turbo del motor 1.0 (1.0 TCe), que impulsará a la próxima generación de vehículos de la firma del rombo, especialmente al sucesor del Stepway que ya está siendo probado en el país vecino y que se ubicará por debajo de la Duster.