Durante las dos semanas de carrera, todos los ojos estarán puestos en los 4×4 del Team X-Raid, sobre todo en el Mini confiado a Stéphane Peterhansel. Sin embargo, en el Dakar nadie está a salvo de un posible problema mecánico o error de pilotaje.
Y los numerosos aspirantes al título aprovecharán el más mínimo error, empezando por Nasser Al Attiyah (Hummer) y Giniel De Villiers (Toyota), ganadores en ediciones anteriores.
En el Dakar, el hombre de todos los récords es Stéphane Peterhansel. Con 9 títulos en su haber, cosechados en motos y en autos, cuenta con el palmarés más impresionante y destaca como el piloto más completo del rally por sus cualidades y la experiencia adquirida desde su primera participación en esta prueba en 1988. Sin embargo, desde el final de la era Mitsubishi, con su fiel copiloto Jean-Paul Cottret, ha visto como sus rivales de Volkswagen imponían la Ley.
La retirada del fabricante alemán coloca ahora al francés en una posición ideal para intentar conquistar un 10º título. Al volante de un Mini que se estrenó en el Dakar con Guerlain Chicherit al volante el año pasado para curtirse de forma dolorosa, Peter asume el papel de favorito de la carrera, aunque previene que “no podemos dar por ganada la carrera en absoluto”. Las previsiones coinciden ampliamente en señalar a la armada X-Raid como favorita, con sus 5 Mini, entre otros el de Krzysztof Holowczyc, ganador del Silk Way 2011, y el de Nani Roma, 3º del Dakar 2006. Sin embargo, en los 8300 km de pistas y dunas que les esperan tendrán que enfrentarse a la competencia, reorganizada en los equipos rivales.
Pese a ser de los últimos inscritos, Nasser Al Attiyah no ha revisado en absoluto sus aspiraciones a la baja, después de haber subido a lo más alto en la última edición. Este prestigioso fichaje del equipo Gordon pilotará un Hummer H3, vehículo que subió al podio en 2009. Sin embargo, el qatarí, que ha logrado una mayor precisión en su conducción con los años, podría incluso llegar más lejos con el Hummer que el piloto californiano. En Lima, otro antiguo vencedor, Giniel De Villiers, podría alzarse ganador. El sudafricano es la mejor baza del proyecto de Toyota, que se ha fijado como objetivo subir al podio a un pick up Hilux, confiando otro al abanderado argentino Orlando Terranova.
Vista la afluencia de vehículos de primera categoría, los puestos en el Top 10, y claramente en el Top 5, estarán muy reñidos este año. Aparte de los Mini, X-Raid ha inscrito también tres BMW X3 (Garafulic, Mironenko, Schott), que tendrán que medirse, por ejemplo, con Christian Lavieille (8º en 2011), al volante de un Proto 011 Dessoude flamantemente nuevo. El equipo Great Wall de Carlos Sousa, que regresa tras una pausa de un año (6º en 2010) podría también estar bien presente en la pugna, así como los Mitsubishi Lancer del Team Riwald, sobre todo el de Bernhard Ten Brinke, reciente ganador del rally de Marruecos.